Nos comprometemos a construir un futuro más resiliente.
Definimos resiliencia como la habilidad para planificar y prepararse para, absorber, recuperarse y adaptarse más satisfactoriamente a eventos adversos.
Los eventos climáticos extremos, cada vez más recurrentes y más intensos, debido al inequívoco, catastrófico y antropogénico calentamiento global, atentan contra nuestra sostenibilidad nacional y agravan nuestra intrínseca vulnerabilidad isleña.
Sumémosle a esta intrínseca vulnerabilidad, el evidente deterioro de la infraestructura y podemos visualizar claramente como en caso de un evento catastrófico tendremos como resultado pérdidas inaceptables de vidas y bienes. Pérdidas que agotarán la capacidad de nuestra nación para responder de manera oportuna y eficiente.
Una de las soluciones a nuestra intrínseca vulnerabilidad isleña son la construcción verde y el diseño bioclimático. El uso de técnicas modernas en la operación, el diseño y la construcción de un entorno construido saludable, próspero y sustentable, harán nuestras comunidades más resistentes a estas amenazas.
Como los líderes de esta industria, estamos comprometidos a mejorar significativamente la resiliencia de nuestros edificios, de nuestra infraestructura, de nuestros espacios públicos y de nuestras comunidades.
La promoción de la resiliencia, mejorará la competitividad económica de Puerto Rico. El poder responder a los desastres cuesta carísimo, pero gran parte de la destrucción puede ser prevenida con características de mitigación rentables y mediante una planificación avanzada.
Nuestras prácticas deben seguir mejorando, y nosotros nos comprometemos a la creación de nuevas prácticas para romper el ciclo de destrucción y reconstrucción. Cantemos un renacer borincano y no un lamento borincano.
Este articulo aparecio en la Revista Ambiente y Color #68