Nos han vendido una Pandemia “Disney”

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Estamos asistiendo a un incremento alarmante de rebrotes de contagios por COVID19. Lo que parecía controlado, deja ver un horizonte incierto de crecimiento de la Pandemia distribuida por muchas partes de España, que nos inquieta a todos.

El gobierno decretó en su día el Estado de Alarma para controlar una expansión de contagios que, sin duda, justificaba tal medida excepcional. Durante meses, la población española dio muestras de responsabilidad, sensatez y compromiso cumpliendo, salvo casos excepcionales, con las normas que dictaban las autoridades sanitarias. Hasta aquí, todo bien.

¿Qué ha pasado entonces, para que, una vez levantado el estado de alarma y cedido el poder de decisión sobre medidas de control del virus a las Comunidades Autónomas, se hayan incrementado tan significativamente el número de contagios por Covid19?

La respuesta no hay que buscarla en el presente sino en el pasado reciente, cuando el gobierno de España tenía el control absoluto de las medidas excepcionales a adoptar para combatir el efecto del virus.

¿Alguien recuerda alguna escena dramática asociada a la muerte por Covid en los informativos, que pudiera impactar en nuestra sensibilidad?, ¿Poseemos imágenes mentales asociadas a la tragedia humana que significa perder a un ser querido y ni siquiera poder despedirse de él?, ¿Hemos dibujado en nuestra mente la imagen una pista de hielo olímpica (60mx 30m) repleta de ataúdes con personas fallecidas dentro?

La respuesta definitiva es, NO. No hemos percibido ni sentido la tragedia de una Pandemia que ha abonado nuestra geografía de muerte y desolación. El gobierno, intencionadamente nos ha querido “vender” una pandemia light, descafeinada, basada en curvas, tendencias y estadísticas impersonales que nos alejasen de la verdadera dimensión trágica que significa tener más de 40.000 fallecidos por Coronavirus.

Se ha fomentado en medios de comunicación, las imágenes de las ocho de la tarde aplaudiendo desde nuestros balcones y terrazas a los valientes sanitarios (yo he salido a aplaudir para reconocer su labor extraordinaria), se han repetido hasta la saciedad imágenes de músicos cantando desde sus hogares integrando (de manera fantástica) a cada uno, en un vídeo común que, sin duda nos ha entusiasmado a todos.

Hemos recibido con alegría y empatía a policías aplaudiendo a sanitarios, a sanitarios aplaudiendo a policías, a bomberos aplaudiendo a policías y sanitarios y, así, nos han ido grabando en nuestro cerebro, un concepto adolescente de la pandemia, una tragedia humana asociada a un mundo feliz como el que Huxley describía en su libro (gran libro, por cierto).

Intencionadamente, se nos ha presentado una Pandemia “Disney” en la que todo era un mundo mágico de aplausos, canciones y gestos solidarios. Qué bonito.

De las residencias de ancianos, ni una sola imagen de sufrimiento, ni una secuencia de llanto o de dolor. Tan solo, cifras, curvas y estadísticas para despersonalizar el drama.

Este gobierno nos ha querido vender una pandemia de cuento, de fantasía “Disneylandizada” (perdón por el palabro) en la que el sufrimiento no tuviera cabida y lo ha hecho con una doble intención: que el verdadero drama que supone la muerte de miles de compatriotas no dañase su imagen de gobierno de marketing y cartón piedra y que, como consecuencia de ello, no tengamos grabada en nuestro cerebro la extensión real y cruda de lo que ha significado y significa esta tragedia humana para, así,  no exigir responsabilidades a quienes nos gobiernan y han gestionado la pandemia.

El gobierno ha primado propuestas de comunicación que le favoreciesen ante los ciudadanos (aunque esto significase “retocar” las cifras de fallecidos disfrazándolas con curvas y explicaciones inconcebibles y contradictorias de un tal Simón)

Y ahora nos quejamos de los rebrotes acaecidos en distintas zonas de nuestro país. Además, se hace hincapié en responsabilizar a los más jóvenes de los repuntes, asociándoles a su “irresponsabilidad” a la hora de disfrutar del ocio nocturno. ¿Y qué esperábamos?

Todos recordamos imágenes trágicas y duras (aunque fuesen interpretadas por actores) de las exitosas campañas de la DGT. En ellas, hemos visto a padres llorar por sus hijos muertos en accidentes de tráfico, recreadas por impactantes secuencias de vehículos destrozados y rodeados de sirenas de ambulancias, lágrimas y lamentos.

Estas campañas, unidas a las correspondientes sanciones por velocidad, ingesta de sustancias no permitidas para conducir o comportamientos temerarios, han grabado en la mente de todos y, muy especialmente en la de los más jóvenes, un sentimiento de miedo, de tragedia, de dolor y, por qué no, de muerte, que ha logrado rebajar año tras año drásticamente las cifras de muertes por accidentes de tráfico y situarnos en una posición relevante con respecto a otros países de nuestro entorno. Todo un éxito, sin lugar a duda.

Los jóvenes no son tontos ni irresponsables por naturaleza, simplemente, no tienen la misma percepción del peligro que un adulto veterano. Su naturaleza y momento vital, hace que su percepción de la muerte sea, simplemente, más lejana que para las personas que a lo largo de su vida han despedido a varios seres queridos. Es ley de vida.

Pero los jóvenes sí son receptivos a mensajes que apelen a su responsabilidad solidaria y, eso, es lo que ha faltado en la gestión de esta pandemia. Se les ha ocultado la verdadera tragedia de la situación, se les ha dicho que el Covid19 no les afectaba como a los adultos, se les ha programado conciertos virtuales, aplausos, imágenes felices impropias de esta situación y, ahora, pretendemos que sean responsables y tengan conciencia de la grave situación que significa la proliferación de rebrotes por toda España.

¿Por qué no se han realizado campañas publicitarias de impacto para jóvenes y no jóvenes sobre el drama de la pandemia?, ¿por qué no se han diseñado desde la TV pública programas pedagógicos sobre la tragedia humana que significa el Covid19?, ¿tal vez no interesaba realizarlas para no crear una alarma social que pudiera perjudicar la imagen de este gobierno incapaz de gestionar más allá de su propio ombligo?

Se avecinan tiempos difíciles desde el punto de vista sanitario y, por ende, su repercusión en nuestra ya dañada economía. O este gobierno asume su responsabilidad y promueve campañas y medidas sancionadoras que potencien la conciencia ciudadana, o las consecuencias, sanitarias, económicas, humanas y políticas, les arrollaran como un sunami y, tal vez, se lo tendrían merecido.


Recomiendo el video institucional del Gobierno de Canarias sobre el Covid. No estoy de acuerdo de que se nos haya vendido nada ,lo que si me hubiera parecido espeluznante es que mis hijos pequeños pudieran ver esas imágenes que tanto exige.Estoy seguro que nos hubiéramos quejado también. Se han visto suficientes vídeos de personas en UCI por supuesto salvando su privacidad. El que no está informado de la gravedad de la situación es porque simplemente prefiere ver series de televisión o el fútbol a ver los informativos o leer prensa y así nos va. Creo que debemos ser responsables también sobre lo que se enseña en TV y nuestra obligación de preservar a los niños de ver ataúdes , imágenes violentas ni situaciones que cualquier padre responsable debe evitar . Para eso hay otros horarios

JOSE MARIA SERRANO MONTES

CEO de mi vida (después de 47,5 años cotizados)

4 años

Totalmente de acuerdo, propaganda barata, manipulación y parece que ya no esimportante el día a día mientras no se colapsen las urgencias

Ana Is Garcinuño García

Especialista en Ventas y Consultoría en proyectos hospitalarios complejos | Diseño y equipamiento de áreas críticas | Liderazgo estratégico en el sector Sanidad.

4 años

Miguel en este punto el gobierno ya mo tiene culpa. Ya durante la primera fase algunos de nosotros investigamos cual era la verdad y futurizamos sobre lo que nos esperaba....y los jóvenes.....pues tienen adultos en casa y es fácil hacerlos entrar en razon....a mi me lo hacían cuando era jovena....-yo pedia y mi madre me enseñaba la nómina de mi padre y las facturas-.... y luego añadía ¿ropita o comidita chata?..... no no no....ahora es cosa de cada uno de nosotros.....

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