Nos secamos
Hace un tiempo muy lejano, que escuchaba en la radio del coche de mi madre aquel famoso trasvase propuesto por un gobierno aún más lejano, pero de un color idéntico al que se sienta hoy sobre la poltrona de presidente del gobierno de mi país. Curioso de mí interrumpía expectante a mi madre bajo mi inocencia infantil ‘’Mamá, mamá’’, ella concentrada en lo que comentaba por aquel entonces un tal Carlos Alsina, en las todavía presente noticias del mediodía de Onda Cero donde se hacía mención al cadente tema, mencionaba contundentemente Carlos: ‘’Zapatero concluye lo prometido y no habrá trasvase Ebro-Segura’’ de ésta forma se ponía fin a un proyecto aprobado apenas 4 meses antes por el Partido Popular, con Aznar a la cabeza, claudicando la gran esperanza para solucionar el grave problema de agua de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, hecho añicos a base de decretazo un plan hidrológico que parecía esperanzador.
Después de 13 años de todo aquello, y con una España que ha pasado lo suyo desde entonces, la situación es bastante más grave que ya lo era por aquel entonces. La huerta de Europa está declarada en estado de desertización desde 2014 y este año no parece que vaya a cambiar nada sino que vamos a peor. Pero bueno, basta de hablar de lo que ya sabemos y vamos a decir por qué España necesita un Plan Hidrológico a la altura de los tiempos que corren y sobre todo los que vendrán.
· ¿Por qué ahora?
Esto debería de haberse producido hace mucho tiempo atrás pero no podemos mirar atrás, bueno si, intentar no cometer los mismos errores de siempre. España no tiene ni un solo segundo que perder, nos secamos por cada minuto que pasa donde el nivel de aprovechamiento es mínimo comparado con nuestra situación hidrológica. No puede ser que cuando aparecen situaciones como estas nos hagamos una serie de cuestiones que cuando recuperamos minimamente la capacidad de nuestros embalses nos hayamos olvidado por lo que hemos pasado instantáneamente, en definitiva tercera sequía de extrema gravedad que azota al país en los últimos 40 años por lo tanto me pregunto, ¿Si se puede saber, cuando ostias vamos a poner las cartas sobre la mesa para intentar paliar semejante atrocidad?
· ¿Y desde cuando pasamos por esto?
Espero que nunca tengamos que vernos en una situación como la que vive el cuerno de África para tomar medidas, aunque como bien mencionaba más arriba, después de pasar por nuestra tercera sequía empezando por la del 1980-1983 pasando por la de principios de los 90's y encontrándonos en la actual, creo que va siendo hora de poner fin a tal deficiente gestión de nuestra hidrología. Los periodos secos no los para nadie porque ya sea por gracia divina o santificante no tenemos una barita para hacer magia, pero por el contrario poseemos de muchas otras herramientas para hacer que estos fenómenos no se acentúen.
· Entonces, ¿Qué nos hace falta?
Extraordinariamente de la cabecera con la que introduje dicho artículo no quiere decir que esa sea la panacea de todo, a lo mejor sí para una cuenca tan escasa como la del Segura y con tanta superficie cultivada, pero hay un problema profundamente enquistado más allá del volumen y ese es la utilización en el riego (recordar que más del 85% del agua en las cuencas del Segura y Júcar van dedicadas al regadío), la pérdida de nuestra ‘’súper modernizada’’ red de suministro donde un 33% de nuestra agua total va a parar a algún agujero negro de la galaxia debido a una red de suministro precaria, o por ejemplo técnicas de regadío tan ineficientes como la inundación que siguen siendo mayoritarias entre los pequeños regantes debido a unas infraestructuras que no permiten el uso de otras como la aspersión o el goteo a estos.
· Finalmente…
Sinceramente hay un problema de dejadez, comunicación, entendimiento y sobre todo solidaridad entre cuencas, pero insisto, yendo más lejos hay un gran problema de inversión en nuestras cuencas, ellas son el motor de una economía tan fuerte como es el campo en la Región de Murcia o en la Comunidad Valenciana pero no nos olvidemos, sin la inversión necesaria en nuestra red de suministro con el fin de modernizarla, sin la concienciación ciudadana y principalmente la formación al agricultor de a pie, el cual pueda recibir también los medios necesarios para el mejor aprovechamiento del agua en su cultivo, sin esto será difícil paliar el problema.
Para acabar me gustaría decir que NO he mencionado para nada el cambio climático, eso ya nos lo dicen bastante ¿Verdad?, pero os recuerdo que el cambio climático así como todos estos problemas nombrados nos los hemos buscado nosotros solitos, ya que hemos sido nosotros y solo nosotros los que hemos originado esta situación de extrema gravedad. Hay soluciones sí, pero hay que ponerse a funcionar desde ya.