Nuestro cuidado y el cuidado de otros

Decir que “todo estará bien” es la frase que todos decimos, pero no en la que todos creemos. Vivimos en un mundo en constante cambio, con catalizadores como los avances tecnológicos que lo hacen aún más rápidamente cambiante. Solo pensar en cómo la inteligencia artificial nos ha cambiado la vida en dos años, y lo mucho que puede transformar en los que vienen. El saber que pasará mañana es incierto para las personas, para las instituciones de cualquier gobierno, o para las empresas. Vivimos en un mundo inimaginado, con guerras que acabamos normalizando y una crisis climática que se va agudizando y va creando unos cambios palpables y visibles en nuestro día a día.

Guerra de Rusia y Ucrania, Israel y Hamás, crisis por los niveles del Amazonas, incendios en Suramérica. Y para nosotros los bogotanos, el primer racionamiento de agua en 40 años. Todo parece crítico, y el tratar de mantener la salud mental y por consiguiente la tranquilidad, se vuelve casi un desafío en este contexto. Parece que al final lo más fácil será sucumbir ante el pesimismo y no hacer nada más sino quejarse y dejar que alguna de estas cosas venga por nosotros.

Y bueno, uno se pregunta: ¿y ahora qué? ¿Yo qué con todo esto? ¿Por qué me tocó esta época y no la siguiente o la anterior? Bueno, son preguntas muy difíciles de responder, y diría que inclusive lo que diga Chat GPT es difícil de corroborar. Lo único que sabemos es que hay crisis y que tenemos que pensar en maneras para mitigarlas, y a las que se pueda, erradicarlas.

Tenemos que liberarnos de la ansiedad del futuro, porque eso nos exculpa de nuestra responsabilidad con el presente y con la construcción de ese futuro, que es viable o no será. Tenemos que volvernos protagonistas, como ciudadanos cuidadores y miembros de una humanidad y un planeta que nos necesita. Tenemos que tomar acción, y no necesariamente pidiendo una enorme revolución que reconstruya las bases sobre las que están cimentadas nuestras sociedades, sino unos cambios que nos permitan construir un futuro mejor.

Parece una bobada, pero no lo es. Parece una frase sacada del cajón, pero no lo es. Estamos todos en esto, y el impacto ambiental que hagamos en un lugar recóndito del mundo, puede tener consecuencias en la menos imaginada latitud del planeta. Nuestra responsabilidad no es solo con nuestro entorno, sino con la humanidad en su conjunto.

Yo creo que hay dos cosas que debemos hacer, como personas, sí o sí para que la humanidad sea un proyecto viable, y para que las futuras generaciones tengan un lugar donde ser y vivir.

1. Tenemos que ser mejores seres humanos, amables y en nuestra versión más empática posible. Con la llegada de la inteligencia artificial, nosotros como personas nos volvemos el diferenciador y la empatía es algo que ninguna IA puede simular. Estamos aquí los unos para los otros y la responsabilidad con un mundo mejor es importantísima. Un mundo más empático será indispensable para nuestra supervivencia, porque nos va a permitir entender mejor lo que sucede en otros espacios y con otras realidades.
2. Mejores seres humanos que pertenecemos. No podemos pensar nuestra existencia sin la existencia de otros, y esos otros también involucra a nuestro medio ambiente y las consecuencias sobre el mismo que podamos generar. ¿Qué impacto tiene que mis duchas duren más de 5 minutos? ¿Qué impacto tiene la basura que genero? ¿qué impacto tiene el consumo al nivel que yo lo estoy teniendo si se replicara por muchos? Pertenecemos a un mundo con un medio ambiente que nos necesita y no debemos subestimar los grandes cambios que pueden suscitar pequeñas acciones.

Como organizaciones, hay varias cosas indispensables que me parece que deberíamos tener para ser más capaces de enfrentar los cambios que vienen. Pero eso se los cuento después, de momento hagamos lo que dice Residente en su canción de antes que el mundo se acabe: “Perdimos rl centro, antes de volver afuera hay que regresar adentro”. Volvamos a nosotros mismos, construyamos una mejor versión desde adentro y eso eventualmente transformará nuestros entornos.