Nuestro rol en la economía circular: Retos y desafíos

Paul Rocca Gastelo , Experto en Prevención y Solución de Conflictos y Sostenibilidad Social

En un mundo donde los recursos son limitados y la afectación al medio ambiente es cada vez más crítica, la economía circular surge como un enfoque innovador y transformador para abordar los desafíos actuales de sostenibilidad. En contraste con el modelo lineal tradicional de "tomar, hacer, desechar", la economía circular plantea un sistema en el que los recursos se utilizan de manera más eficiente, se reducen los residuos y se fomenta la reutilización y el reciclaje. Siendo el principal reto satisfacer nuestras necesidades presentes sin poner en riesgo los recursos naturales para las generaciones futuras.

La definición de economía circular más utilizada según el borrador de la norma ISO/DIS 59004 “Economía circular es el sistema económico que utiliza un enfoque sistémico para mantener un flujo circular de recursos, recuperando, reteniendo o aumentando su valor, mientras contribuye al desarrollo sostenible”

La necesidad de dar atención a la crisis climática debe enfocar a las empresas, entidades del estado, la academia y la sociedad civil en general a buscar implementar soluciones innovadoras, eficientes para reducir huella de carbono.

Para ello, debemos poner atención en generar propuestas cuyo objetivo sea prolongar la vida útil de los bienes de consumo y en darle valor a los residuos para convertirlos en nueva materia prima lista para un nuevo uso. Dichas propuestas involucran tomar en consideración en el diseño de los productos, contemplar la reutilización de sus componentes una vez que haya acabado la vida útil del producto.

¿Cuál es el rol que tiene el transporte en una economía circular?

La economía circular necesita un transporte más sostenible lo cual requiere de implementar soluciones innovadoras y cambios en nuestros hábitos de transporte, y trabajar desde todos los espacios con los actores involucrados en la solución para contribuir en la promoción de una cultura de la economía circular en el planeta a través de acciones concretas.

En el caso del transporte a nivel mundial es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones globales de gases con efecto invernadero. En estos datos están incluidos el transporte de personas y en mayor medida el transporte de mercancías por lo que debemos enfocarnos hacia un modelo más sostenible, para ello tenemos que considerar dos aspectos: Maximizar la eficiencia en sus diversas modalidades de transporte y reducir las emisiones de CO2.

Para todo ello, se deben contemplar el uso de energías menos contaminantes, generar medios de transportes cuyos componentes puedan tener otros usos una vez concluida su vida útil y aprovechar el material que pueda ser reutilizado o reciclado. Asimismo, desarrollar tecnologías digitales con ayuda de la inteligencia artificial y ponerla a disposición de los usuarios que contribuyan a mejorar las redes de transporte. Gracias a ellas, se pueden lograr tres aspectos esenciales: optimizar rutas, eliminar los kilómetros en vacío y lograr una trazabilidad inteligente.

Hay que tomar en consideración que no todas las herramientas o soluciones son aplicables en todos los contextos, sobre todo los que involucran uno de los principales retos en materia ambiental que es el que se refiere al transporte de mercancías y para ello se plantean algunas propuestas:

• Reducir el uso de combustibles fósiles más contaminantes.
• Facilitar las conexiones intermodales y promover las plataformas logísticas, para lograr que en todo el recorrido de mercancías se maximice la sostenibilidad.

Para el transporte dentro de las ciudades, algunas propuestas que se discuten en la actualidad están vinculadas a:

• Promover el uso de vehículos eléctricos urbanos.
• Promover la utilización de combustibles en general más limpios como el gas natural.
• Potenciar la masificación de la movilización de personas a través de sistemas integrados de transportes, optimizando las rutas, frecuencia que brinde un servicio de calidad para los ciudadanos.

Es deber de la humanidad cuidar del planeta y es obligación de cada uno de nosotros contribuir en ello de manera concreta y la economía circular es el camino en el que debemos orientar nuestros esfuerzos.

Los retos y próximos pasos

A pesar de sus numerosos beneficios, la transición hacia una economía circular enfrenta varios desafíos, incluyendo la necesidad de cambiar las prácticas de producción y consumo arraigadas, mejoramiento de los temas regulatorios y lograr la participación activa de todos los actores involucrados. Sin embargo, con el creciente reconocimiento de la urgencia de abordar los desafíos ambientales y sociales, la economía circular se presenta como una oportunidad única para transformar nuestros sistemas económicos hacia la sostenibilidad.

Debemos considerar la valiosa mirada del consumidor, desde el usuario del servicio, cual es su aporte y este tiene que pasar por el enfoque de la economía circular en el proceso de elección de productos o servicios que consume, premiando de esta manera a las empresas que dentro de su modelo operativo tengan esa visión de cuidado al medio ambiente. Preferir el transporte masivo al transporte individual, preferir el transporte menos contaminante, caminar en distancias cortas en vez de desplazarse con un vehículo son pequeñas decisiones que suman a la cultura de la economía circular.

En conclusión, la economía circular ofrece un enfoque transformador para abordar los desafíos actuales de sostenibilidad, promoviendo la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción de residuos y el estímulo a la innovación. Si bien la transición hacia ella no será fácil, los beneficios a largo plazo para el medio ambiente, la sociedad y la economía es motivo suficiente para comprometernos con ello. Es tarea de todos nosotros trabajar por tener un mejor planeta para nosotros y para nuestras futuras generaciones.