NUEVOS REQUISITOS PARA LA DEDUCCIÓN DE CUENTAS INCOBRABLES

Deducción de Créditos Incobrables: Un Respiro para las Empresas

En el complicado mundo de los negocios, cumplir con las obligaciones contractuales es esencial. Sin embargo, la realidad nos muestra que muchas veces los clientes no pagan a tiempo o simplemente no pagan, lo que deja a las empresas en una situación financiera difícil. La pandemia de Covid-19 solo agravó esta situación, llevando a muchas empresas a la quiebra.

En México, la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) permite deducir los créditos incobrables, una herramienta vital para las empresas que buscan neutralizar el impacto fiscal de los ingresos no cobrados. Antes del 2022, bastaba con demandar judicialmente al cliente moroso para poder deducir el crédito incobrable en el mismo año. Ahora, es necesario obtener una resolución judicial definitiva, lo que puede tardar años y dejar a las empresas financieramente expuestas por más tiempo.

 Con esta reforma, se hace más urgente que nunca adoptar medidas preventivas.

 1)    Verificar la existencia legal de la empresa

2)    Revisar su historial crediticio  

3)    Solicitar garantías son pasos esenciales

4)    Solicitar estados financieros

5)    Opinión de cumplimiento de obligaciones fiscales y hacerlos revisar por expertos en materia financiera, contable y fiscal.

6)    Respaldar la operación con contratos, pagarés y demás documentos legales pertinentes para facilitar la obtención de una sentencia favorable, en caso de incumplimiento de pago.

7)    Diseñar e implementar políticas internas para aprobación de créditos a clientes.

8)    Empezar con cantidades pequeñas y plazos cortos para comprobar el comportamiento del pago del cliente y su fiabilidad.

No se trata solo de cumplir con la ley, sino de proteger el futuro de nuestras empresas. Con prudencia y preparación, podemos enfrentar este desafío y mantenernos a flote en un mercado cada vez más impredecible.