Nuevos retos de cara a la ciberseguridad
Fausto A. Mejía R.
Consultor y asesor de ciberseguridad, tecnología e infraestructura ◆ MSc. en Ciberseguridad ◆ Junta Directiva ISACA 2023-2025 ◆ Certificado en Ciberseguridad - ISC2 ◆ Auditor ISO 27001 e ISO 22301 ◆ Fortinet NSE4, etc.
La ciberseguridad se ha convertido en un tema crítico en la actualidad debido al aumento constante de los ataques cibernéticos y a la cada vez mayor dependencia de la tecnología. El diseño de un programa de ciberseguridad es esencial para garantizar la protección de los activos digitales y la continuidad del negocio.
Es importante tener en cuenta que el diseño de un programa de ciberseguridad debe ser una iniciativa que abarque múltiples factores y que involucre no solo la implementación de medidas técnicas de seguridad, sino también la adopción de políticas y procedimientos, la educación y concienciación de los usuarios, y la gestión de riesgos.
En el contexto de la agilidad y la transformación del negocio, es muy importante que el programa de ciberseguridad esté diseñado para ser flexible y adaptable a los cambios que puedan presentarse en el entorno empresarial. Esto implica la capacidad de integrar nuevas tecnologías y servicios en el programa de ciberseguridad, así como la actualización y mejora continua de las políticas y medidas de seguridad existentes.
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Además, el diseño del programa de ciberseguridad debe estar alineado con las necesidades del negocio, de manera que se garantice la protección de los activos digitales pero sin limitar la capacidad de crecimiento e innovación de la empresa. Esto se traduce en encontrar un equilibrio entre la seguridad y la flexibilidad, de manera que se pueda garantizar la protección de los datos y sistemas críticos sin obstaculizar la agilidad del negocio.
El diseño de un programa de ciberseguridad efectivo requiere una visión que involucre aspectos técnicos, regulatorios y culturales, y que esté diseñado para ser adaptable ante los cambios del entorno empresarial. Además, debe estar alineado con las necesidades del negocio para garantizar la protección de los activos digitales sin limitar la agilidad y transformación del mismo.
Considerando que en Latinoamérica venimos en un ritmo acelerado los últimos 5 años y aún con mayor velocidad desde el 2019, en los procesos de transformación digital, esto supone nuevos retos de cara a la ciberseguridad y la agilidad de adaptabilidad que podamos mantener.