O caso u ocaso

O caso u ocaso

Dante, en la Divina Comedia, describe, durante su viaje hacia el paraíso, una enorme cueva completamente a oscuras en la que hay un hombre con una luz colgada en la espalda. Una gran muchedumbre lo sigue... Pero él, que va delante y al que todos siguen, no ve nada y tan solo puede tantear el camino.

Esta imagen siempre me ha parecido una perfecta alegoría del líder actual y su continua exposición al cambio, a la ambigüedad y a la incertidumbre. La pregunta que insistentemente nos asalta a todos es la misma: ¿Cómo podemos controlar lo incontrolable? ¿Qué podemos hacer para conseguir parar el mundo y así tener una visión más clara, más iluminada de la realidad? En definitiva, ¿Cómo podemos tomar mejores decisiones?

¿Cómo podemos tomar mejores decisiones?

Existe una herramienta docente que, como lo bueno nunca es mucho, acaba de cumplir 100 años: El método del caso. Lo cierto es que cien años pueden suponer demasiados especialmente en un entorno extremadamente digital y con tantas posibilidades como el actual. En efecto, parece sumamente contraintuitivo creer que un método tan longevo no haya sido todavía superado por otras herramientas más digitales o colaborativas, como las que escuchamos hoy continuamente. ¿Cuál es su secreto?

  • Genera adaptación: En clase se reproduce un entorno totalmente cambiante, a través sobre todo de las aportaciones del profesor y los participantes, que obliga constantemente a reajustar nuestros puntos de vista y la percepción de la situación concreta que se está discutiendo. Nuestras ideas, marco mental y experiencia son implacablemente retados, aflorando a cada instante como reaccionamos ante situaciones límite.
  • Genera autoconocimiento: El límite es un hábitat brumoso en el que se amalgaman y funden todas nuestras fortalezas y miedos, nuestras ilusiones y prejuicios provocando una reacción que, si está bien dirigida, nos permite crecer. Es durante este proceso de elevación, cuyos principales protagonistas son el profesor y los alumnos, cuando se desarrolla una de las capacidades mas importantes que debe tener un buen líder: El autoconocimiento entendido como la habilidad de conectar nuestras emociones, sentimientos y acciones y reconocer nuestras fortalezas y desafíos.
  • Genera experiencia: Estas fortalezas y desafíos se accionan al enfrentarnos a la resolución que debemos tomar. Para ello, el método del caso te erige en el gran decisor, te convierte en el eje de la toma de decisiones complejas obligándote a un análisis crítico casi automático del impacto que tu decisión tiene en cada una de las áreas de la empresa, en la organización en su conjunto, en el corto y en el largo plazo. Todo esto hace converger en un mismo instante conocimiento, emoción y presión lo que desemboca en la fijación de una experiencia.
  • Genera anticipación: Esta experiencia que produce cada caso es como una piedra marcada que señala el camino. Aunque no hayamos pasado nunca por esa senda, sabremos que vamos en la buena dirección. Al finalizar un programa, habrás tomado tantas decisiones en sectores tan diversos y que afectan a áreas tan distintas que hará muy difícil que a lo largo de tu carrera profesional te encuentres con situaciones de negocio por las que no hayas pasado, al menos tangencialmente, en clase. Esto produce un automatismo, la seguridad del lugar reconocido, que , junto con un proceso, ejercitado en clase e interiorizado, de toma de decisiones te dará por un lado la capacidad de gestionar situaciones muy complejas y por otro la velocidad del experto en todas y cada una de las áreas de la empresa.

Vivimos en un mundo fragmentado y polarizado en el que campan a sus anchas multitud de ideologías cuya diversidad y antagonismo acostumbra a ser el abono ideal para proponer soluciones triviales a problemas muy complejos. A todo ello, como ya he apuntado anteriormente, debemos añadir la irrupción, sin límites, de la tecnología como el gran titán de nuestro tiempo, del que, de momento, tan solo contemplamos los pies pero cuya envergadura y magnitud se me antoja insondable.

 Son momentos de desconcierto y desorientación en los que van parejos la necesidad de una gran flexibilidad y capacidad de adaptación con la solidez de nuestras decisiones y la exigencia de un profundo espíritu crítico que nos permita navegar en este mar revuelto, donde es necesario mantener firme el timón para ir en la dirección correcta.

Puede que el líder actual lleve una luz en la espalda, pero que él ande a oscuras. Sin embargo, tiene al alcance de la mano una herramienta única y, me atrevería a decir, imprescindible para tantear y acertar en el camino a emprender: El método del Caso.

Irene León Barón

Therapeutical Area Head Immunology

2 años

Gracias Jordi!!! El método del caso es lo más cercano al aprendizaje experiencial, donde errores y éxitos se producen en un entorno controlado y rodeado de profesionales TOP. Y el IESE cuida al milímetro todos los detalles para conseguirlo. ENHORABUENA!

Eva Garrell

TOP Voice Linkedin Sostenibilidad. Comprometida con el Desarrollo Sostenible. Asesoramiento en el diseño e implementación de estrategias de sostenibilidad empresarial.

2 años

Maravillosa pieza sobre los retos que cualquier individuo con capacidad y poder de acción se enfrenta en una situación de toma decisión. Como todo, el arte de la práctica te prepara para tu desarrollo vital.

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