Olímpico Fracaso
Y allí estamos, alentandolos con camisetas, pancartas, banderas, soportando su invasión mediática por internet, televisión, espectaculares, diarios, noticieros.
Su mejor estrategia es vivir del presupuesto de la nación, pues conocen el arte de la manipulación al ilusionarnos y a la hora de la hora, fallarnos.
Más pronto que tarde, regresan con cinismo, reciclando promesas e ilusiones, que nuevamente van a incumplir, en esa "fiesta" que llamamos elecciones.
No cabe duda, los mexicanos lo sabemos, nuestra clase política representa en esta nación, nuestro Olímpico Fracaso.
¿Y la delegación deportiva mexicana?
Ellos son los mejores deportistas que tenemos, punto.
Ser el mejor del mundo, en cualquier área, requiere de un esfuerzo que pocos mexicanos (o extranjeros) intentan.
Ellos también sufren de nuestro Olímpico Fracaso (corrupción, falta de apoyos, grillas en federaciones) y aún se encuentran dando lo mejor de sí, muchas veces fundándose con recursos propios, para lograr cumplir sus sueños mientras representan nuestro país.
No ha de ser fácil ser deportista de alto nivel y estar entre los mejores del mundo. Es más fácil obviamente, hablar de mediocridad. Quién lo dude, escoja una disciplina, practique, traiga su medalla olímpica y nos cuenta. O pregúntese ¿De qué color sería la medalla mundial que nos traería en su disciplina profesional?.
Para quienes nos representan, un adelante, ¡ ánimo !, por ser de esos que sí están intentando hacer algo por el país. Si nuestra clase política reflejara la dedicación y amor al país que nuestros mejores deportistas han mostrado, otro México tendríamos, lejos de nuestro Olímpico Fracaso.