Olvídate del Posicionamiento: El Propósito es la Clave del Éxito Empresarial.

Desde 2013, he estado creando marca y propósito para diversas marcas, emprendimientos y personas. A lo largo de estos años, he visto de primera mano cómo un propósito claro y definido puede transformar no solo una marca, sino también la percepción que los consumidores tienen de ella.

Desde mi consultora, hemos aprendido mucho al trabajar con empresas en el desarrollo de su propósito. Hoy en día, utilizamos el propósito como una herramienta fundamental para el crecimiento de la marca. Es el motor que impulsa el negocio y la expresión máxima de la compañía.

No hablamos de posicionamiento

Recordemos que el posicionamiento es el espacio que una marca quiere ocupar en la mente de los consumidores.

El propósito, en cambio, es el valor que mueve a las personas. El posicionamiento es una consecuencia de un objetivo, mientras que el propósito es básicamente la razón por la que existimos.

No es ganar dinero, eso es una consecuencia. El propósito es el valor positivo que deseamos aportar en la vida de las personas y en el mundo en el que vivimos. Es la razón aspiracional que tiene una marca en el mundo, el granito de arena que da sentido a todo lo que hago y aspiro como compañía. Es algo que nunca se detiene, algo que perseguimos hasta el cansancio.

¿Se puede hacer dinero aportando valor?

Sí, porque el poder del propósito no es una simple idea de marketing, es una idea que define a toda la compañía. Olvídate de las 4P, ahora son 5. El propósito es la quinta P del Marketing. Está en el centro de todo.

Me inspira profundamente la sabiduría de Mark Twain cuando dice:

"En la vida tenemos dos días importantes: el día que naciste y el día que descubriste para qué".

Cada vez que colaboro con empresas y marcas, mi misión es traducir lo racional a lo emocional, para que puedan encontrar ese "para qué" que da sentido a su existencia.

Creo firmemente que todas las marcas nacen con un propósito, aunque muchas aún no lo hayan descubierto.

El día que lo haces, todo cambia. El propósito es esa chispa que enciende el motor de tu compañía, la razón de ser que trasciende los objetivos financieros. Es el faro que guía cada paso hacia el futuro, marcando un destino claro y aspiracional.

La visión define ese "dónde" queremos llegar, esa meta que puede tener una fecha y un lugar. La misión, por su parte, abarca todas las acciones y esfuerzos que realizamos para alcanzar esa visión, demostrando a cada paso nuestro propósito. Y en ese viaje, los valores son el "cómo", los principios que nos guían y que reflejan nuestra esencia en cada acción.

Descubrir tu propósito no solo transforma tu negocio, sino que también aporta un significado más profundo a todo lo que haces. Es el alma de tu marca, el hilo conductor que conecta cada misión y valor con un objetivo mayor. Es lo que realmente importa y lo que resonará de manera auténtica con tus clientes.

Todos quieren tener un propósito, simplemente porque todo el marketing cambió, porque cambiaron los consumidores.

Cambió la forma de comunicarnos y de sentir. Hoy estamos en el Marketing 3.0, el que conecta con los valores. Las marcas que tienen un propósito hoy tienen más poder que las instituciones para aportar seguridad.

En el contexto cada vez más incierto en el que vivimos, el propósito genera una necesidad de diferenciarse, sobre todo en la comunicación, y crea un barómetro de confianza frente a las personas.

¿Cómo pueden las marcas conectar realmente con sus consumidores?

Existen tres maneras de conectarse hoy en día, y es que las marcas saben reconocer muy bien sus activos digitales: los medios pagados, los medios propios y los medios ganados. La credibilidad va más allá al entender que las marcas tienen más credibilidad en los medios propios. Empezar con tus medios propios genera conversación y credibilidad. Comenzar haciendo para comentar haciendo. Cuenta lo que haces si lo haces bien. Esa es la diferencia entre mostrar campañas o contar historias creíbles.

La Importancia de la Credibilidad en la Comunicación de Marcas

En la era digital, existen tres maneras esenciales de conectarse con el público: medios pagados, medios propios y medios ganados. Cada uno tiene su papel, pero la credibilidad y autenticidad son claves para que cualquier estrategia sea realmente efectiva.

Medios Pagados:

Los medios pagados incluyen todas las formas de publicidad por las que una marca paga, como anuncios en redes sociales, Google Ads, y banners publicitarios. Aunque son efectivos para alcanzar rápidamente a un amplio público, la credibilidad de estos medios es limitada. La audiencia sabe que son mensajes comprados y, por tanto, puede ser escéptica.

Medios Propios:

Los medios propios son aquellos que la marca controla directamente, como su sitio web, blog, y perfiles en redes sociales. Estos medios son fundamentales para construir credibilidad porque permiten a la marca contar su historia de manera auténtica y coherente. Empezar con tus medios propios genera conversación y credibilidad. Es aquí donde puedes demostrar tu propósito a través de contenido valioso y consistente.

Medios Ganados:

Los medios ganados son los espacios donde otros hablan sobre tu marca sin que hayas pagado por ello, como reseñas, menciones en prensa y recomendaciones en redes sociales. Estos son increíblemente valiosos porque provienen de terceros y, por lo tanto, suelen ser percibidos como más confiables. La credibilidad en estos medios se gana a través de acciones consistentes y auténticas que resuenen con el público.

La Credibilidad en la Era del Escepticismo

La credibilidad de una marca va más allá de hacer campañas llamativas o contar historias emotivas. La gente ya no cree en marcas que simplemente hacen videos mostrando cómo llevan comida a un refugio de animales. El público actual es más crítico y está dispuesto a juzgar a las marcas que intentan maquillar la historia con figuras de concursos de belleza o estrategias de brainwashing. La gente quiere saber por qué haces lo que haces.

Autenticidad y Transparencia:

Es fundamental que las marcas sean auténticas y transparentes. Contar lo que haces y por qué lo haces debe ser el pilar de tu comunicación. No se trata solo de mostrar acciones, sino de explicar el propósito detrás de ellas. Las marcas que no conectan, por más estrategias y storytelling que implementen, fallan porque no logran transmitir un propósito genuino.

Hoy vemos muchas marcas que intentan contar historias tratando de generar una causa emocional, ya sea ayudando a perritos de la calle, pero esto no funciona simplemente porque no hay un propósito claro detrás.

Las marcas deben conectar a través del propósito y la acción. Si sientes que tu marca no conecta o no genera esa credibilidad que estás buscando, es porque aún no has descubierto tu propósito o simplemente no lo estás comunicando de manera correcta.

Como dice Simon sinek:

¿Por qué te levantas cada mañana a trabajar en la empresa y por qué esto debería importar a otros?