Oportuna restauración de "la Dama de la Justicia”, mural del Colegio de Abogados de Puerto Rico.

Texto y fotos por René Castillo-Ramos

El mural ”La Dama de la Justicia” que hoy día aun engalana el muro principal del vestíbulo del Colegio de Abogados de Puerto Rico, fue comisionado al artista Augusto Marín por el Licenciado Graciany Miranda Marchand en 1978 cuando fue Presidente de la entidad. Desde que fue develado, el mural estuvo en exhibición permanente. En 2012 el mural mostraba el deterioro producto de mas de tres décadas de estar falto de un adecuado mantenimiento. La Licenciada Ana Irma Rivera Lassen, quien era Presidenta de la entidad para esa fecha, reconoció el deplorable estado de la obra y tuvo la iniciativa de diligenciar su restauración. La Presidenta nombró un Comité-del cual fui miembro- que procedió a solicitar propuestas para la restauración. También mando a restaurar la estatua de bronce que corona el portal del edificio. Debemos a la sensibilidad y acción pro-activa de la Licenciada Rivera Lassen que la pintura mural “La Dama de la Justicia” haya sido salvada para la posteridad.

Entre las propuestas que fueron estudiadas el propio Graciany Miranda Marchand de acuerdo con las recomendaciones del Comité, estuvo de acuerdo en favorecer  la propuesta del artista plástico Marcos Alegría para realizar la restauración. 

Luego de evaluar los méritos de las diferentes alternativas, Marcos Alegría fue seleccionado para llevar a cabo el proyecto. Además de contar con el conocimiento y experiencia en la creación de obras de gran tamaño, Alegría ofreció unas ventajas adicionales que le facultaron para ser el candidato idóneo para realizar el proyecto.

Marcos Alegría fue muy amigo de Augusto Marín. Inicialmente durante sus estudios de arte en la Escuela de Artes Plásticas, el joven fue su alumno destacado. De la relación entre ambos por motivos académicos, posteriormente surgió una entrañable amistad. Durante esos años, Alegría visitó a Marín en muchas ocasiones en su taller en la calle San Sebastián del Viejo San Juan. Allí recibió lecciones adicionales de parte del maestro y trabajó en el taller sus propios cuadros. Durante esas sesiones de trabajo, tuvo la oportunidad de conocer los procedimientos técnicos que Marín utilizaba para realizar sus pinturas. Esas experiencias nutrieron su criterio y sumarían a su conocimiento para saber de que forma abordar la restauración del mural.

La restauración de una obra de arte-Especialmente si es de tamaño monumental. El mural mide 12' x 24'.- requiere cuidadosa labor y el conocimiento de los métodos correctivos que le devuelvan su condición prístina.

Al inspeccionar la pintura se pudo evidenciar su triste estado de condición. El marco de madera instalado originalmente alrededor de la obra, estaba carcomido.

Esto fue resultado de la actividad de una colonia de comején que se encontró localizada en el suelo y en el muro que alberga al mural. El daño además se extendió a ciertas áreas de los bordes del substrato del lienzo. Para corregir ese daño, se contrató un servicio de exterminio y a plaga fue erradicada.

Marcos Alegría comenzó la restauración realizando una cuidadosa limpieza de la superficie del mural.

Luego de erradicar la cubierta de sucio y polvo adheridos a la obra; Alegría tuvo que intervenir el lienzo, para extraer las áreas carcomidas por el Comején y reemplazar los trozos afectados.

Tal maniobra exige destreza, pues es necesario reparar las áreas dañadas. Utilizando métodos correctivos, Alegría restauró las áreas dañadas del lienzo y consiguió que los nuevos parchos integrados a la tela, fueran imperceptibles a la vista.

Habiendo conseguido la correcta restauración del substrato, Alegría procedió a identificar los colores de la paleta original de la obra para retocar las áreas desmejoradas del pigmento. Como resultado de dicho arduo procedimiento logró devolver a la pintura la consistencia y brillantes ideal de los colores.

El proceso de restauración incluyó la aplicación de barniz acrílico a la superficie completa del mural. Esa cubierta añade profundidad, transparencia y brillantes adicional a los colores de la pintura. También permite que la obra pueda recibir mantenimiento de limpieza sin verse afectada en forma negativa. Además, el barniz Polímero, provee protección permanente a la superficie para tolerar el impacto del pasar del tiempo.

Finalmente se instaló una moldura nueva cubriendo el contorno de la obra. El enmarcado protege los bordes del lienzo pegado a la pared para evitar que quede expuesto a algún daño.

Nos consta saber que Marcos Alegría invirtió especial interés en el proyecto. Lo motivó el cariño y amistad que le unió a su maestro Augusto Marín. En la actualidad la magna obra original del maestro del arte Augusto Marín luce todo su esplendor. Continua engalanando la pared principal del vestíbulo del Colegio de Abogados, para el disfrute de todos los visitantes. ¡Ofrecemos nuestro agradecimiento a Marcos Alegría por su meritoria labor y lograr restaurar exitosamente tan importante obra de arte! 

Texto y fotos por René Castillo Ramos©2018