OPORTUNIDAD ESTRATÉGICA PARA AVANZAR EN LA CULTURA DE LA IGUALDAD

La medalla de oro de nuestra Selección Femenina de Fútbol en el reciente Cto. del Mundo de Australia y Nueva Zelanda supone, no sólo un éxito deportivo sin precedentes, sino una contribución de gran calado para sentir y comprender el daño de actitudes y comportamientos de acoso y abuso ante personas vulnerables o desde posiciones de poder que falten al respeto, la integridad y los principios básicos de un deporte de calidad.

Además de penalizar a quienes son protagonistas de estas acciones, y a quienes les apoyan y encubren, es momento para volcar toda nuestra inteligencia y energía en llevar a cabo las acciones que desarrollen de verdad la ingente legislación estatal y autonómica de leyes de igualdad (igualdad de género, pero también contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia). Recordemos que actualmente todas las empresas con 50 o más trabajadores/as (también organizaciones, instituciones, clubes deportivos) deben disponer de un plan de igualdad o, al menos, este debe estar en proceso de creación con la comisión negociadora, así como los centros docentes como escuelas, institutos o universidades. 

En estos días procede que se revise el cumplimiento de todos los planes de igualdad en vigor, en particular éste: https://rfef.es/sites/default/files/pdf/plan_de_igualdad_oportunidades.pdf

La cultura de la igualdad “merece la pena”: nos hace mejores como individuos y como sociedad, mejora nuestra calidad en nuestras relaciones personales y profesionales, y es un protector de nuestra salud mental.

Con el comienzo de la nueva temporada deportiva y curso académicos 2023-24, “juguemos nuestro papel” psicólogos/as, educadores/as, técnicos/as deportivos/as, jueces/árbitros, madres y padres, profesionales de medios de comunicación, responsables deportivos y políticos ... con nuestro ejemplo personal, y si somos capaces trabajando juntos (“en equipo”).

(fotografía EFE/Aaron Gillions)