Organízate y planifica una vida sin preocupaciones.
Si queremos tener una vida feliz y plena, no “deberíamos” si entre comillas no deberíamos preocuparnos. Pero lamentablemente lo hacemos, seguro que mucho de nosotros nos anticipamos a lo que pasara y esto no nos deja disfrutar el presente, ni nos deja vivir tranquilos. Ante esta situación debemos aplicar un ejercicio muy fácil para relajarnos en mente, alma y corazón tomemos nota de lo siguiente.
Tomemos aire lenta y profundamente, llenamos el estómago, después los pulmones, paramos un momento y soltamos el aire con naturalidad, repetimos esta respiración varias veces, muy lenta y profunda, hasta que notemos que recuperamos la calma y estamos más tranquilos. Podemos repetirlo tantas veces que queramos durante el día y más cuando nos sintamos colapsados.
Nosotros podemos mantener el equilibrio interior, procuremos estar contentos, positivos. Si tenemos pensamientos o emociones negativas y eso nos causa, agresividad, irritación o rabia, hay que enfocarnos en algo agradable que nos haya pasado y sonriamos, aunque nos cueste, nos sentiremos mucho mejor. Somos los dueños de nuestra vida y mente, podemos calmarnos cuando lo necesitemos y si es necesario apartémonos del lugar y relajémonos a solas.
De igual manera, por nosotros depende el cambio y las ganas que pongamos en el empeño para ver y vivir la vida de una manera diferente y satisfactoria. Las afirmaciones positivas, dan resultado y nos llevaran a actitudes positivas. Hay que tener en claro que la vida es limitada y el tiempo es corto e irrecuperable, así mismo, debemos organizar y planificar el tiempo para no desaprovecharlo, para ello no vamos a preocuparnos ni estresarnos por la falta del mismo, dejemos de preocuparnos por aquello que nunca vamos a poder cambiar.
Tenemos que ser flexibles en la forma de pensar y contemplar todas las opciones, quizás estas opciones nos faciliten y organicen un poco la vida:
-Ordenemos nuestro entorno.
-Busquemos la sencillez y las cosas prácticas, olvidemos el consumismo.
-Reduzcamos la dependencia de la televisión, el auto particular.
-Compremos con cordura y cosas útiles
-Comamos más productos integrales y naturales.
-Bebamos suficiente agua mineral
-Aprendamos a decir No.
-No queremos cambiar a los demás, ni complacer a todos, menos a nosotros mismos.
-Intentemos hacer aquello que realmente nos gusta.
Algunos de estos cambios son más asumibles que otros, pero vamos a poner nuestro empeño en conseguirlo.