Padres teletrabajando y enseñando en tiempos de coronavirus

¿Cuándo fue la última vez que trabajaste desde casa, sabiendo que durante tu jornada de trabajo tenías que…

• Mantener el ritmo lectivo de tu(s) hijo(s)
• Cocinar para ofrecerles alimentación balanceada durante todo el día y toda la semana
• Sobrevivir a 500 mírame!, ¿por qué ...?, Quiero salir! ¿Y ahora qué hago? Juega conmigo! ¿Cuándo vuelvo al cole?
• Asistir virtualmente a reunión tras reunión, tras reunión, tras reunión…
• Teletrabajar dos personas a la vez bajo el mismo techo
• Buscar alternativas para que los dos adultos que ahora trabajan desde casa puedan mantener reuniones simultáneas sin que el sonido de ninguno de los 2 se vea afectado
• Tolerar los mil mecanismos de control que quieren imponer los managers que sólo encuentran refugio en el micromanagement para “asegurar” que estás trabajando
• Estar atentos a los nuevos anuncios de interés nacional, en mi caso no solo de España, sino también de Venezuela

Todo esto de manera sostenida por 15 días o más, porque no se sabe!

Pues el miércoles pasado, todo esto me superó y terminé la jornada con un nivel de estrés bastante elevado, porque si bien es cierto que toda mi vida he teletrabajado y he considerado que quedarme en casa me permite ser más productiva y concentrarme mucho más en ciertos casos, nunca había tenido que lidiar con todos estos factores a la vez, en serio, nunca!

Esa misma noche me dediqué a meditar y a valorar opciones, ¿Pedir vacaciones? ¿Seguir sin cambios y colapsar en el camino? ¿Buscar un punto intermedio? 

Luego de meditarlo, pensé que existe una manera de compaginar los múltiples roles que nos toca a los padres esta temporada: padres, empleados en medio de crisis de “control de productividad”, profes de inglés, mates, lengua, ciencia, arte, educación física ah y por si fuera poco, chino. Pensé en las siguientes opciones para padres teletrabajando y enseñando en tiempos de coronavirus:

• Estamos obligados ahora más que nunca a implantar y defender un esquema de trabajo orientado a objetivos, en el que tengamos cierta flexibilidad y autonomía en el diseño de nuestra jornada, ya que posiblemente el tiempo de calidad que podamos dedicar a nuestras labores profesionales, no sea exactamente el horario oficial. 
• Si aún no lo haces, define en equipo objetivos de corto plazo (diarios o semanales), que permitan hacer una valoración de progreso frecuentemente, sin tener que mirar el horario que cumples
• Nuestro tiempo de calidad no se restringe exclusivamente a los días de “laborales”, ya que podemos aprovechar cualquier día de la semana, los momentos de siesta, sueño nocturno o de dedicación a actividades en las que los niños son totalmente independientes, a nuestras labores profesionales.
• Organiza la rutina diaria de tu hijo según las agendas de reuniones de ambos padres y propón actividades en las que suelen ser más independientes, durante esas reuniones.
• Reserva tiempo en tu agenda para garantizar disponibilidad para tus hijos en las actividades en las que son más dependientes y necesitan más de tu atención
• Avanza con tus hijos en actividades lectivas durante un par de horas diarias, incluyendo los fines de semana
• Por más pequeños que sean tus hijos, conversa con los peques sobre la importancia de tu trabajo y la necesidad de que mantengas un mínimo de ritmo laboral y también de que ellos continúen con su evolución educativa desde casa
• Conversa con tu compañeros de equipo y lleguen a acuerdos con los que puedas llevar a cabo estas acciones. Por ejemplo: no convocar bloques de reuniones seguidos de más de una hora. Entre cada bloque, garantizar un descanso de al menos 15 minutos.
• Por último, relájate! que todo pasa y por más incertidumbre y cambios que hayan en tu contexto, tu salud y el bienestar tuyo y de tus hijos en estos momentos es fundamental y nadie más que tú eres el responsable de protegerlo.
• Ah! Una última cosa, no olvides que si trabajamos por objetivos, lo mejor es compartir regularmente los resultados obtenidos de tu trabajo.