PARA ELLA ES SU CHAMPIONS

En la casa hay un violonchelo con 6 meses de uso, una raqueta, unos patines en línea, un tutú de ballet y desde hace un año hay una camiseta de una academia de baile y es lo que mas tiempo de uso ha tenido.

Al ser padre he visto como queremos apoyar sus sueños, como vincularlos a actividades deportivas o artísticas los aleja del sedentarismo y la adicción a las pantallas, terribles enemigos silenciosos y camuflados en inofensividad.

También me cuido del extremo de querer tenerlos ocupados al limite que sean todo lo que yo no fui o que sean los primeros en algo para mostrarlos como pequeños trofeos, en ese equilibrio nos movemos los padres.

Cerraba su temporada de baile y camino a la presentación olvido su camiseta, con la que iban a tomar la foto de clausura y su expresión lo dijo todo, acompañado de un terrible “deje la camiseta”, mi primer pensamiento fue “no pasa nada igual sale en la foto” acto seguido me respondí, “para ella es su champions” nunca midas la importancia de la ilusión de otra persona según tu criterio, la vida es un camino de recuerdos e ilusiones, mientras estas estén prendidas estarás vivo sin importar tu edad.

Hace unos años, antes de que mi Mamá se fuera, cuando la veía aquejada de salud me inventaba algo, renovar el jardín, algún viaje, y esas ilusiones por efímeras y sencillas que fueran le daban un halo de salud.

Somos jueces crueles al evaluar lo que es importante para otro, ¡Pero es una presentación de niños!, ¡Pero como le pone de atención a ese perro!, ¡Pero solo es una canción! Y así con todo lo que es importante para otros pero para nosotros no, y en 2020 se uso muchísimo la palabra empatía y se nos quedo enredada en algún tapabocas.

Este no es un articulo para padres, esto va para todas las personas que interactuamos con otros, ¡ósea todos! ¿Como quiero que me traten?, no solo el respeto normal, si no el respeto elevado y eso que es es un poquito mas allá, el escenario en el que me conecto con lo que pueda estar sintiendo la otra persona.

Mientras este a tu alcance, no malcríes, no afectes la integridad de otro, no pases por encima de los demás y no logres el objetivo por encima de los valores, acompaña a las personas en el cumplimiento de sus ilusiones.

Y repito esto no es solo un llamado a los padres, es una invitación a todos, porque la empatía no tiene edad ni contexto. Al final del día, lo que nos define como personas no es cuánto logramos, sino cómo tratamos a los demás en su proceso, en sus momentos de duda, en sus aspiraciones. La empatía es el camino que nos permite ver más allá de lo evidente, conectarnos con lo que realmente importa y, sobre todo, construir un mundo donde cada ilusión, grande o pequeña, tenga su espacio para crecer.

Así que, en cada encuentro, en cada interacción, recordemos que somos parte de un todo, de esfuerzos, de esperanzas, no dejemos que el afán, mi autonomía, el juicio o el ego nos nublen la vista. En lugar de eso, abramos el corazón, escuchemos con atención y acompañemos con respeto. No sabemos lo que pueda significar para el otro.