Para emprender… primero date un baño !!!
Apuesto que has escuchado que la típica frase “Deja de trabajar para otros, sé tu propio jefe” pero ¿sabes realmente lo que implica eso?...
Yo creo que lo primero que debes hacer antes de emprender es darte un baño y te voy a contar por qué...
Yo hasta hace poco tampoco sabía lo que implica ser mi propio Jefe… y te cuento lo que pensaba cuando lo idealizaba:
Lo primero que se venía a mi mente era, voy a ser libre, administraré mi tiempo como me dé la gana, ya no tendré que hacerle caso a otros y haré solo lo que me guste hacer y cuando lo quiera hacer!!! Ven a mí anhelada libertad, paraíso de los sueños, lugar de valientes ganadores... y una sonrisa se esbozaba en mi rostro con un ligero suspiro que calmaba mis ansias.
Bueno bájate de esa nube hermosa de sueños, por que al principio no es así…
Pero tampoco te decepciones… que te puedo asegurar este proceso es hermoso también.
Imagínate que ya tienes tu espacio físico o local comercial, con el emprendimiento que definiste y como es normal al inicio no tienes personal para que haga cada cosa que se necesita para mantenerlo; como lo tenías en tu trabajo como empleado de oficina donde llegabas a tu puesto, que estaba limpio, con buen olor, con una silla cómoda y te dedicabas a hacer tu trabajo que mayormente requería tu destreza mental, además de tipear correos, documentar informes, crear estadísticas, entre otras actividades de un cargo de oficina….
Bueno ahora tienes que llegar a tu negocio y todo está desordenado, sucio, sin una buena barrida, no huele tan bonito como en el ambiente en el que acostumbrabas estar y que crees???....
Sí, sí, así es… ¡No me hagas esa cara, ni tuerzas los ojos, que lo que te digo es la verdad!
Es a ti mismo a quien siendo tu PROPIO JEFE te toca ordenarte mentalmente que vayas a barrer, pasar el paño, poner todo en orden, lavar el baño, rociar ambientador y adecuar el lugar para cuando vengan la o las personas que colaboran en tu negocio, encuentren su lugar de trabajo, limpio, cómodo, confortable, con buen olor y todo lo que alguna vez en la oficina donde trabajabas, DISFRUTABAS, sin ni siquiera haberte puesto a pensar en ello.
Y no solo lo haces por ellos, sino también por tus clientes, ya que como inicias pequeño, ahí mismo atiendes a tus clientes.
Terminada esta ardua e impostergable tarea, te toca sentarte y tomar el celular o laptop y comenzar la otra faceta de tu emprendimiento….Ahora siendo tu PROPIO JEFE te toca ordenarte para:
- Crear y publicar los estados/historias/publicaciones en las redes sociales de tu negocio.
- Atender las consultas de tus clientes de tu negocio.
- Atender las consultas de tus prospectos de clientes.
- Responder las llamadas telefónicas
Recomendado por LinkedIn
- Agendar las visitas de los interesados o clientes que ya mantengas.
- Revisar el stock de insumos y suministros.
- Pagar las cuentas y proveedores.
- Registrar las ventas, generar tu estadística, analizarla y ver cómo vender más...
y muchas actividades adicionales que hacen que tu día laboral ya no sea de 8 horas sino de 10-12-14 o quizás más horas...
Te sientes identificado…¿verdad?
Así como estos ejemplos hay muchos más, de cómo siendo tu PROPIO JEFE te toca hacer cosas que cuando te graduaste de tu carrera universitaria o pos-grado jamás pensaste hacer como parte de tu trabajo.
En mi experiencia, no se imaginan cuánto sufrió mi mal llamado orgullo, todas mis ideas de lo que en teoría yo creía que era emprender y lo que me estaba tocando hacer en realidad, era tan feo para mí que llegué a pensar que emprender no era para mí…
Y es en este punto casi sin retorno, donde quería tirar la toalla, donde lloraba de desesperación y me cuestionaba cada decisión que había tomado, hasta el punto de pensar en dejar mi emprendimiento, es en ese punto, donde estaba a un paso de decir ya no doy más y voy a cerrar… en que me di cuenta que estaba equivocada.
Y no fue hasta que me di un BAÑO DE HUMILDAD, cuando entendí que emprender en realidad es para las personas que pueden disfrutar tanto de servir a otros como de que otros les sirvan a ellos y que pueden manejar ambas cosas con la misma importancia y orgullo, porque saben que el servicio que les dan a sus colaboradores, a sus clientes, a todo con el que interactúan, contribuye a ese sueño que tanto han anhelado y que sí se puede disfrutar en el proceso.
Porque si tú que eres como el papá o mamá de este emprendimiento, ¿no demuestras el amor que tienes por él, cómo crees que otros lo podrán sentir?; o si tú mismo no eres capaz de disfrutar lo que haces, ¿Cómo lo podría hacer esta nueva familia laboral que tú ahora estás formando?
Tu sueño no se forja solo, eres tú el motor que lo impulsa, eres tú la fuerza que lo sigue llevando adelante y es ese gran amor que tú tienes por él, el que debe hacerte entender que todo lo que hagas por tu sueño vale ORO, y no por la actividad que en sí sea, sino por ese orgullo que te da el ser productivo, el poder brindar una oportunidad de empleo a otros, de poder saber que con tu idea, producto, servicio le haces la vida más fácil a alguien, e incluso le haces tener un momento de felicidad a otros!!!
El gusto, el orgullo, el disfrute que te da hacer las cosas después de haberte bañado en humildad hace que cada día sea grandioso!!!
Date un baño de HUMILDAD, y luego me cuentas lo bien que siente EMPRENDER!!!!….