¿Para qué valen las oportunidades?
Las oportunidades son momentos o circunstancias oportunas o convenientes para algo. Suelen venir de forma inesperada y nos permiten actuar o no hacerlo.
Cogerlas o no cogerlas puede venir por una intuición propia o por una llamada de atención ajena de alguien que te cuida o de todo lo contrario por una resistencia de alguien que no quiere que te expongas o incluso por alguien que quiere que te expongas.
Sea como sea, el proceso hasta tomar la decisión de aceptar la oportunidad conlleva aprendizajes en varios ámbitos. En este post, me voy a centrar en los aprendizajes que no siempre, como es obvio, vienen sin dificultades, desilusiones y clarificaciones del entorno más cercano (la desconexión entre el yo, la desconexión con las nosotras, la desconexión con las otras, y la desconexión con lo invisible – el intangible que no podemos de entrada nombrar).
En 10 puntos, diría que las oportunidades nos ayudan a:
- Estructurar la información conocida.
- Clarificar nuevos conceptos necesarios para la oportunidad.
- Comprender las agendas ocultas dentro de la dinámica grupal.
- Contrastarte con el grupo de referencia.
- Negociar por conseguir tu lugar en el grupo de pertenencia.
- Repensar situaciones del pasado no verbalizadas y cerradas en falso.
- Tomar una posición firme y responsable con el presente y compromiso con el futuro.
- Superar miedos, avanzar hacia “tu sueño” e identificar tus aliadas.
- Reconfigurarte como ser humano.
- 10.Identificar la apropiación indebida
La oportunidad te encuentra, se pone de tu lado, te ayuda a avanzar y a hacerte valer como persona; sólo tienes que hacerte disponible para seguir avanzando en tu desarrollo profesional y/o personal; acoger las resistencias y hacerlas tuyas.
La oportunidad ayuda a configurar tu ruta, así que si necesitas un empujoncito porque no te atreves o no lo tienes claro; si necesitas contrastar tus ideas; clarificar, orientar o facilitar tu sueño…estoy enteramente disponible ¿lo hablamos?