Pedir feedback
Hay cinco motivos principales por los que es importante para los directivos y mandos intermedios pedir feedback acerca del impacto que tienen en los demás los rasgos propios de la personalidad, las competencias y los hábitos de conducta (ah, e información acerca de cómo van los resultados):
1. Ofrece respuestas a la pregunta principal de la dirección de personas: “¿qué tal lo estoy haciendo?”. A medida que un directivo va ascendiendo de nivel en la empresa, recibe cada vez menos información sincera sobre su desempeño; un directivo que se respete y respete a sus colaboradores necesita información acerca de sí mismo para corregir y mejorar.
2. El pedir información es un mecanismo que puede dar orientaciones para mejorar continuamente. Si el movimiento de la calidad total deja un legado para las organizaciones futuras, éste será probablemente la noción de hacer esfuerzos permanentes por mejorar todo lo que afecte a la misión en la organización. Para que los directivos apliquen esa idea sobre sí mismos y sirvan de modelo para los demás, deben tener información fiable, válida y oportuna sobre cómo son percibidos.
3. El uso de la evaluación e información puede ayudar a los directivos a dar validez a sus propias percepciones. La mayoría de los directivos no llegan a su puesto actual por desarrollar conductas al azar, y ellos lo saben. Sin embargo, necesitan información concreta y sincera por parte de los demás para poner a prueba su propia percepción de sus puntos fuertes y débiles.
4. Se ha observado que el hombre es un animal perfectamente capaz de decepcionarse a sí mismo. Necesitamos recibir información por parte de personas en quienes confiamos para asegurarnos de que la imagen que tenemos de nosotros mismos es realista.
5. Finalmente, y quizás lo más importante, el hecho de pedir información sobre un directivo a sus jefes, compañeros, subordinados, clientes y demás, de un modo activo, los involucra en un proceso de mejora, y así es más probable que apoyen las iniciativas y medidas que se toman y que después se ponen en práctica para mejorar la eficiencia de la organización.
Opción alternativa: releer el cuento “el traje nuevo del emperador” de H.C. Andersen.