"Pelosi Sorprendida" Por Elvira Arellano (Esta columna aparece en El Diario, NY, esta semana) (English Version Follows Below)

La congresista y lideresa de la bancada del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se manifestó realmente sorprendida cuando un grupo de soñadores se apoderaron de su conferencia de prensa. Los manifestantes exigieron que Pelosi y los Demócratas dejen de utilizar a los soñadores como una ficha en el juego de pactar un acuerdo con Trump que daría amparo a los soñadores a cambio de sacrificar sus propios padres y madres y los demás 11 millones de inmigrantes indocumentados en este país.

Esta reacción no debe haber sorprendida la congresista. La propuesta ley DREAM durante años ha sido usado por muchos demócratas y algunos republicanos para esquivar la demanda popular de poner alto a la deportación de las familias. Durante años hemos escuchado a los demócratas decir que los soñadores no violaron las leyes migratorias a propósito, pues eran demasiado jóvenes cuando sus padres cruzaron la frontera, pero sus madres y padres sí.  

Lo que Trump está haciendo es adaptar esta línea de los demócratas, en intentar usar los 800,000 recipientes de DACA como una suerte de palanca para facilitar la aumentación de la represión y las deportaciones de los once millones. A la misma vez que algunos republicanos estaban “considerando” al acuerdo propuesto por Pelosi, el partido Republicano ha estado promoviendo un proyecto de ley que, al aprobarse, le daría al ICE la autoridad de detener y deportar a aquellos jóvenes latinos que alguien “sospecha” de tener vínculos con el pandillerismo, y la agencia seguía deteniendo y deportando a madres de soñadores y ciudadanos norteamericanos—madres que carecen absolutamente de antecedentes delictivos.

Los soñadores que enfrentaron a Pelosi en su distrito legislativo le presentaron una demanda inteligente. Dijeron “que se apruebe un proyecto de ley para los soñadores que sea “limpio” sin incluir concesiones que empeorarían la situación de sus madres y padres, y luego que se siga luchando para una reforma beneficiosa para todos 11 millones”.

Hay que entender la verdad de la situación. Millones de personas se han obligado de huir de sus países natales por razón de políticas estadounidenses como el Tratado de Libre Comercio (TLCAN). El TLCAN desalojó a cinco millones de mexicanos del campo. Vinieron a los Estados Unidos para hallar trabajo para poder enviar remesas de dinero a sus familias en México. Aquí en los Estados Unidos el sector patronal les dio una calurosa bienvenida pues le sirvieron como una fuente de mano de obra barata.  Hubo otras causas que promueven esta migración, tales como golpes de estado apoyados por los Estados Unidos, como aquel de Honduras, manipulación financiera, otros pactos de dizque “libre comercio”, la muy hipócrita “guerra en contra del narcotráfico”. 

Tal como parece, no hay voluntad de poner la responsabilidad para esta situación ni a los que lo causaron, ni a los que han enriquecido por la explotación de esta mano de obra barata. No, solo se echa la culpa a los que menos poder tienen y menos responsabilidad tuvieron: Los menos culpables y los más vulnerables. Lo que estamos diciendo es que esta nación debe aceptar la responsabilidad para proteger a las familias formadas aquí y a los niños y niñas que nacieron aquí o fueron traídos a este país.

Nosotros opinamos que la mayoría de los habitantes de los Estados Unidos no quieren ver destruidas a estas familias. El presidente Trump, y Fiscal General Federal Sessions creen que el único propósito de la inmigración es de beneficiar a la economía y que conviene eliminar la inmigración basada en la unidad de las familias.

No estamos diciendo que no hay que llegar a acuerdos con Trump para proteger a los soñadores y los 11 millones. El realismo político nos dice que puede ser necesario. Lo que los soñadores están diciendo es que no aceptan que los utilicen para perjudicar a sus familias y otros inmigrantes.

De hecho hay una diferencia entre la demagogia política de Trump y la posición del partido republicano. Ambos son racistas, pero Trump necesita empezar a construir su famosa muralla para cumplir con una promesa que hizo durante las elecciones.   La construcción de la muralla es un símbolo político para Trump, y oponerse a la muralla es un símbolo político para los demócratas.   La verdad es que construir una muralla en algunos lugares seria menos peligroso que militarizar la frontera, cosa que ya está en marcha. Si Trump estuviera dispuesto a conceder algún alivio para los soñadores y los demás indocumentados se podría considerar cuales serían las concesiones que podríamos dar a cambio.

Como en tantas ocasiones en el pasado, se les exige a los soñadores dejarse utilizar en contra de las madres y los padres que tanto aman, y quienes se han sacrificado tanto para ellos. Esta integridad de los soñadores le sorprendió a Pelosi. Lo que ella debe hacer es examinar su propia integridad. El asunto polémico de la inmigración no es una cuestión política nada más. Se trata de una diáspora de gente que lucha para preservar su humanidad. La intimidación y los pactos sucios hieren profundamente, especialmente cuando se trata de dividir una madre de su hijo, o un padre de su hija.

Los cristianos, sobretodo, debemos apoyar a los soñadores porque nuestra fe nos enseña que viene el reino, y que esta nación solo podrá salvase si defendemos a TODOS los que tienen menos estatus en nuestra sociedad, los que son “los más pequeño de mi pueblo”. 

Pelosi Surprised

By Elvira Arellano

Congresswoman and Leader of the Democrats in the House of Representatives, Nancy Pelosi, looked genuinely surprised when a group of dreamers took over her press conference. They demanded that Pelosi and the Democrats stop using the dreamers as a bargaining chip in a deal with Trump that would win security for the dreamers but seal the fate of their parents and the eleven million undocumented.

The Congresswoman should not have been surprised. The Dream Act has long been used by many Democrats – and some Republicans – to sidestep the popular demand to stop the deportations of the families. For years we heard Democrats say that “the dreamers, unlike their parents, did not “knowingly” cross the border because they were too young when their parents brought them.”

Trump is simply taking a page from these democrats, putting the 800,000 dreamers on the auction block to increase repression and deportations against the eleven million. Even as some Republicans were “considering” the President’s deal with Pelosi, Republicans were pushing a bill giving ICE extraordinary powers to arrest and deport those young Latinos “suspected” of gang affiliations and ICE was continuing to arrest mothers of U.S. citizen children and dreamers with no criminal convictions.

The dreamers that confronted Pelosi in her home district in San Francisco brought an intelligent demand. They said pass “a clean dream act”, without concessions that would make matters worse for their parents – and then continue the fight for all eleven million.

We need to get to the truth. Millions of people were forced to migrate to the U.S. because of U.S. policies like NAFTA. NAFTA displaced nearly five million agricultural workers in Mexico. They came to the U.S. to find work and send money back to desperate families. Employers welcomed them as cheap labor with no rights. There were many other causes: U.S. sponsored coups, as in Honduras, financial manipulations, free trade agreements, the hypocritical war on drugs.

Those who benefitted from these policies that forced migration and those that benefitted from employing them are not held responsible. Only the undocumented are persecuted, the least culpable and the most vulnerable. What we are saying is this nation must take responsibility for the families that were formed here and the children that were brought here or who were born here.

We believe that the majority of people in this country believe that these families should not be destroyed. Trump, Sessions and the Republicans believe that immigration should be based only on the needs of the economy and family based immigration – even legal based immigration – should be eliminated.

We are not saying that deals shouldn’t be made with Trump to protect the dreamers as well as the eleven million. That is a political reality. The dreamers are just saying that they will not be used against their parents and the other families.

In fact there is a difference between Trump’s demagogic politics and the Republican position. Both are racist – but Trump needs to begin building the wall to fulfill his main campaign promise. Building the wall is a political symbol for Trump just as stopping the wall is a political symbol for democrats. The truth is that a wall in some places would be better and less dangerous than the militarization of the border that is already taking place – and the death traps set up by Homeland Security. If Trump gives us protection for the families as well as the dreamers we can look at what concessions we can agree to.

As so many times before, dreamers are being asked to let themselves be used against their parents, parents they love and parents who have sacrificed for them. Pelosi was surprised at their integrity. She needs to check her own integrity. The immigration issue is not just about politics. It is about a people in diaspora struggling for their humanity. Intimidation and compromise causes deep wounds, none deeper than the division between a mother or a father and a son or a daughter.

In that fight we need to respond to intimidation with cooperation, with the cooperation between all the undocumented, between all Latinos – between all the human beings!

Christians especially should support these dreamers because Christians know in their faith that the Kingdom comes, that his nation will only be saved, when we take a stand with ALL  those who have the least status in society, with “the least of these my people.”