Pensamiento Crítico
Al término de cada semestre académico, en mi rol de Profesor de Cátedra, suelo hacer una breve reflexión personal acerca de lo que significo el semestre. Más allá de haber cubierto el contenido establecido en el programa académico, me hago una pregunta, ¿realmente, que aprendieron mis alumnos?
Las clases que tengo oportunidad de facilitar, suelen ser asignaturas relacionadas con liderazgo, estrategia, negocios y cultura organizacional (y de ahí múltiples derivaciones). Al principio, a manera de proemio, y al final de cada curso, a forma de colofón, suelo ser especialmente enfático en una afirmación: esta materia que están a punto de cursar, probablemente sea una de las más importantes de su plan de estudios, aunque de momento no lo vean así.
Y cuando hablo de mayor o menor importancia, no me refiero al valor intrínseco o de conocimiento asociado que pueda tener determinada materia, sino a que son el tipo de materias que contienen el santo grial del mundo laboral: el desarrollo de las (muy) mal llamadas habilidades blandas.
En el mundo laboral tan cambiante, caótico y complejo que estamos viviendo, donde el tiempo, el pensamiento y la energía de los CEO se concentran casi exclusivamente en la generación de utilidades y en la gestión del talento (específicamente en la atracción y retención de empleados), las competencias y habilidades para gestionar a las personas se vuelven críticas.
Al final del día, suelo compartir con mis alumnos, no sin cierto cinismo, que temas como la evaluación de proyectos de inversión, la valuación de activos financieros, y el manejo de instrumentos de deuda, derivados y futuros se pueden aprender con relativa facilidad. La verdadera dificultad, y la verdadera diferencia, reside en la capacidad de transformar la manera en que los líderes empresariales gestionan a la gente.
Como dice Jon Clifton, CEO de Gallup, es a través de una gestión efectiva del talento humano que podemos salvar al mundo. Esto no es simplemente una habilidad técnica adquirible en un libro; es un arte, una práctica que requiere...
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Gerente de Hotel y Sommelier WSET con 30+ años de experiencia | Optimización de Recursos y Procesos | Incremento en Ventas y Calidad de Servicio
7 mesesTu reflexión sobre la importancia del pensamiento crítico en la gestión y el liderazgo es realmente inspiradora. Coincido plenamente en que las habilidades blandas, a menudo subestimadas, son esenciales para el éxito en el mundo laboral actual. La capacidad de gestionar con compasión y ética, así como de fomentar un entorno donde el cuestionamiento respetuoso sea bienvenido, es lo que verdaderamente distingue a los líderes excepcionales. Gracias por compartir esta valiosa perspectiva; es un recordatorio poderoso de la influencia positiva que podemos tener como educadores y líderes.