Pensar antes de hablar
Un viejo aforismo dice que “las palabras se las lleva el viento”. Pero eso no es tan así: las palabras quedan en la memoria, en los corazones, y hoy también quedan en un audio que grabamos a las apuradas en WhatsApp, en un video, en un mensaje compartido en redes sociales. Las palabras quedan…
Aprender a expresarnos mejor y, sobre todo, aprender a pensar antes de hablar es clave, y un arte verdaderamente sutil y para nada común.
Un ejercicio simpático para entrenar este arte de pensar antes de hablar, es hacer una PAUSA antes de abrir la boca y de pasar lo que voy a decir por tres filtros: el filtro de la verdad, el filtro de la bondad y el filtro de la necesidad.
Una historia cortita para aclarar esta idea:
Un discípulo llegó agitado a la casa de Sócrates y dijo:
- ¡Maestro! Quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
Sócrates lo interrumpió diciendo: - ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los Tres Filtros lo que me vas a decir?
- ¿Los Tres Filtros…?
- Sí – replicó Sócrates - El primer filtro es la VERDAD. ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?
- No… lo oí decir a unos vecinos…
- Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?
- No, en realidad no… al contrario…
- ¡Ah! – interrumpió Sócrates- Entonces vamos al último Filtro. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?
– Para ser sincero, no…. Necesario no es.
– Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario… sepultémoslo en el olvido…
En resumen, el ejercicio es así:
1) Antes de hablar, hacer una pausa
2) Aplicar los tres filtros a lo quiero decir:
- ¿Es verdadero?
- ¿Es bueno?
- ¿Es necesario?
Si estas preguntas se responden con “sí” tus palabras serán constructivas, valoradas y respetadas. Si la respuesta es un “no” quizás sea conveniente guardar silencio.
Notas finales: este ejercicio requiere atención y auto observación. La clave es intentarlo y aprender.