Pensar el pensar
En nuestra primera jornada de estudio de filosofía occidental, empezamos a introducirnos en lo que ha sido el desarrollo del pensamiento occidental desde sus bases en la filosofía griega, y por qué sus bases? porque es desde ahí que creemos que podríamos comprender como opera nuestro pensar, tanto para ver desde donde es que tomamos espacios y oportunidades como contextos abiertos como los contextos cerrados. Es desde estos pensamientos donde ocurre la "operación" de la generación de nuestras prácticas, creatividad, innovación (y donde no), y también donde se han plantado las semillas de nuestras creencias, juicios, condiciones, formas de pensar, sentir, hacer, exigencias, rechazos, aperturas, y principalmente nuestro estilo cultural que nos permite un tipo de desarrollo particular en relación con otras culturas.
Desde la filosofía, arte de la observación y de la pregunta, de la relación con la incertidumbre y la sabiduría, del principio de las respuestas y sosiegos, nos hemos querido embarcar en una navegación para darle también apertura a nuestro propio pensar, como ámbito de estudio en primera persona y no como espectadores de lo que ocurre tanto en nuestros entornos como en nuestra propia mente (como opera), ámbito que está también incluido en la continua transformación, en la incertidumbre, y como se han desarrollado en nosotros mismos y en otros las líneas del querer concluir y modelar (pensamiento racional) y otra, la del arte y de la creación que generan transformaciones radicales en el mundo (pensamiento flexible y abierto). Esto quiere decir que también nos queremos preguntar por nuestro preguntar.
Y cuando hablamos de concluir, nos referimos a darle legitimidad a las respuestas pero no sustancia absoluta, siempre son "respuestas a", que tienen un espacio-tiempo que decae y vuelve a surgir, pero para ello se requiere la posibilidad de la constante apertura y atención a que en cada segundo, cada día el contexto de mis preguntas ha cambiado, o está en transformación, y esa plena conciencia y observancia de lo que ocurre, de lo que pensamos, de lo que está siendo, es la que va a cuidar que surja la pregunta, que encienda la urgencia de saber y aparezca la búsqueda por su respuesta. Para esto se requiere mirar con ojos críticos, en la crítica como la capacidad de distinguir, en la comprensión como posibilidad de significar lo distinguido, en la pregunta como urgencia y sed por saber - sabiduría que hay de aquella comprensión, y respuesta o despliegue del sabor del sentido, en ningún caso el lugar de reposo: "ya sé".
Este año hemos abierto nuestro propio Question Lab donde ya está tomando forma la construcción de un programa y formación para lo que será en el futuro, el rol del preguntar (observar-escuchar-dialogar).
Gracias a Martin Becker PhD, por la guía en estas conversaciones en-acción (como propondría Francisco Varela), y que hemos nombrado Logopraxis.