Pensar más rápido, pensar más despacio
"En particular, las intuiciones acertadas de los expertos se explican mejor por los efectos de la práctica prolongada que por la heurística. Ahora podemos dibujar un cuadro más rico y equilibrado en el que la sagacidad y la heurística son fuentes alternativas de juicios y elecciones intuitivos" -Daniel Kahneman, Pensar rápido, pensar despacio (2011).
La inteligencia artificial es omnipresente. En su versión más actual, nos brinda respuestas rápidas y aparentemente intuitivas, pero ¿qué efecto tiene en nuestra forma de pensar y tomar decisiones compartirla con una máquina?
Para comprenderlo mejor, podemos recurrir a Daniel Kahneman y su obra sobre los sistemas de pensamiento humano. Kahneman propuso la existencia de dos sistemas en nuestra mente: el pensamiento rápido y el pensamiento lento. El pensamiento rápido, también conocido como Sistema 1, es intuitivo y automático, permitiéndonos tomar decisiones rápidas basadas en nuestros sesgos y experiencias pasadas. Por otro lado, el pensamiento lento, o Sistema 2, es analítico y reflexivo, requiriendo un esfuerzo cognitivo consciente para procesar información y llegar a conclusiones más fundamentadas.
La IA generativa, con su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y aprender patrones complejos, se asemeja cada vez más al pensamiento rápido humano. De hecho, se parece tanto que es importante tener en cuenta cómo sus respuestas, en ocasiones, pueden carecer de un análisis profundo y estar sesgadas en su comprensión.
A medida que nos sumergimos en la era de la IA generativa, nos encontramos con desafíos y oportunidades. Por un lado, la rapidez y eficiencia de la IA nos brindan beneficios significativos. Sin embargo, también existe el peligro de depender exclusivamente de las respuestas generadas por ella. La confianza ciega puede llevarnos a tomar decisiones basadas en sesgos y patrones no deseados. Además, algunos piensan que al externalizar nuestras capacidades de pensamiento y toma de decisiones a las máquinas, estamos perdiendo la oportunidad de desarrollar nuestro propio pensamiento crítico y capacidad analítica.
Para abordar estos desafíos, es fundamental mantener una actitud reflexiva al interactuar con la IA generativa. Es importante tomarnos un momento para cuestionar y analizar la información que se nos presenta. Aquí es donde el ABC de Mike Craven adquiere verdadera relevancia: "Asume nothing, Believe nobody, Challenge everything" (no asumas nada, no creas en nadie, cuestiona todo).
Recomendado por LinkedIn
Personalmente, no lo veo como un reemplazo del humano por la máquina, más bien parece un desplazamiento. Del sistema de pensamiento 2 humano hacia un sistema de pensamiento 1 artificial.
Al liberar parte de nuestra carga cognitiva a la inteligencia artificial generativa, podemos centrarnos en funciones que los seres humanos realizamos de manera excepcional, como la capacidad crítica de revisar y analizar el trabajo de los demás (el de la IA en este caso). Podemos utilizar nuestro pensamiento lento o Sistema 2 para evaluar las respuestas generadas por las máquinas, identificar posibles sesgos o errores, y tomar decisiones informadas basadas en nuestra propia comprensión y experiencia.
También podemos aprovechar parte de la capacidad de nuestro Sistema 1 para intuir el valor de verdad de la información proporcionada por la IA cuando este resulta evidente.
La interacción con la IA generativa nos plantea la oportunidad de aprender y crecer como individuos. Al enfrentarnos a respuestas rápidas y predecibles, podemos reconocer nuestros propios sesgos cognitivos y ampliar nuestra comprensión del mundo. Al cuestionar y analizar la información proporcionada por las máquinas, podemos desarrollar habilidades de pensamiento crítico y mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones informadas.
Cuando no estemos haciendo ninguna de las anteriores, tendremos más tiempo libre para ser simplemente humanos.