PEQUEÑAS EMPRESAS: PROPÓSITO, LEGADO Y HUMANISMO

Bernarda Martinez A. Fundadora Hola Color.

Propósito, Legado y Humanismo son tres súper poderes que las pequeñas empresas deben descubrir y convertirlos en su principal caballo de batalla.

Hace algunos días cayeron en mis manos, gracias a Gemma profesora de Nuevo Entorno Competitivo, varios de los artículos sobre Management de Xavier Marcet publicados en La Vanguardia de España, artículos que marcan acertadamente el inicio de un ciclo de aprendizaje importante a nivel personal como es un Master en Gestión Empresarial y Marketing. Los artículos plantean temas fundamentales que deben estar en el centro de la estrategia y operación de toda empresa: Propósito, Legado y Humanismo; pero bien, ¿Cómo estos temas que suelen estar en la mesa de las corporaciones o grandes empresas, gracias a consultorías externas o asesores corporativos, pueden impactar en el desarrollo de modelos de negocio más pequeños? Desde mi propia experiencia como fundadora confirmo que hacen toda la diferencia. Cuando hablamos de pequeñas empresas hablamos de presupuestos ajustados, equipo humano indispensable y mercados meta muy específicos, pero también hablamos de creatividad, rápida capacidad de reacción, adaptación al entorno, efectividad en el uso de recursos, priorización de actividades y especialización de productos, todas estas características de las pequeñas empresas tienen que estar asentadas en bases estratégicas poderosas que marcan la permanencia del negocio. Propósito, Legado y Humanismo son tres súper poderes que las pequeñas empresas deben descubrir y convertirlos en su principal caballo de batalla, planteándolos desde el corazón del negocio y reafirmándolos en cada área de la operación, desde los aspectos administrativos, productivos, comerciales y de marketing. El adecuado planteamiento de Propósito, Legado y Humanismo permite a pequeños negocios desenvolverse en el mercado junto a grandes empresas sin que el tamaño disminuya su liderazgo, visibilidad y el impacto de su gestión, esto por una sencilla razón: ¡Los humanos compramos a humanos! Este debe ser uno de los hallazgos del managment más valiosos de esta época y Xavier Marcet lo explica muy bien a lo largo de sus artículos.

El Propósito es el núcleo mismo del negocio, la razón por la que surgimos, el problema que solucionamos en el mundo de nuestros clientes, esa razón original muchas veces queda enterrada bajo la enorme gestión operativa que tenemos los pequeños empresarios, sin embargo, es vital que con frecuencia los fundadores salgamos al encuentro de esa razón original y reafirmemos la promesa. El propósito puede hacerse realidad únicamente si lo alimentamos por la pasión que es una fuerza movilizadora que nos permite gestionar. El Legado de las pequeñas empresas se traduce en la huella que deja en su comunidad, si han logrado superar la fase de supervivencia, si se proyectan hacia el crecimiento y se plantean esto mientras impactan positivamente en sus clientes, su equipo y sus proveedores, su legado está garantizado, por supuesto que las pequeñas empresas tienen oportunidad de transcender, si no miremos con atención a la comunidad en la que esté cada uno, esos negocios que forman parte de la tradición, la cultura, las memorias de toda una población o generación. Finalmente, el humanismo, posiblemente la que podría ser la mejor virtud de las pequeñas empresas, la capacidad de sensibilizarse y responder desde este enfoque a las circunstancias, crear comunidades genuinas con identidad, personalidad propia, afectos y mostrando vulnerabilidad, atributos que el mercado premia.