Perdemos mucho tiempo en cosas que nos "interesan": Un obstáculo para la eficacia gerencial

Perdemos mucho tiempo en cosas que nos "interesan": Un obstáculo para la eficacia gerencial

La gestión eficaz del tiempo es un pilar fundamental en el rendimiento de cualquier equipo gerencial. En un mundo empresarial en constante evolución, resulta cada vez más importante poder identificar y manejar el desinterés, tanto propio como ajeno. A menudo, un obstáculo que se interpone en el camino hacia esta eficacia es un fenómeno psicológico conocido como autoengaño.

El autoengaño puede tomar diversas formas, pero una de las más comunes en el ámbito laboral es convencernos de que estamos interesados en tareas o proyectos que, en realidad, no nos atraen. Aunque inicialmente nos persuadimos de que algo nos interesa, esto puede llevarnos a asumir compromisos que no somos capaces de cumplir con entusiasmo o dedicación. Esto puede provocar retrasos, pérdida de tiempo y frustración, tanto para nosotros mismos como para los demás.

¿Cómo podemos detectar y manejar el autoengaño en nuestro desinterés?

Una señal reveladora de autoengaño es la inacción prolongada. Si una tarea o iniciativa ha quedado sin tocar durante más de una semana, es probable que estemos autoengañándonos acerca de nuestro interés en ella.

Es normal temer la pérdida de oportunidades o el daño a las relaciones si admitimos abiertamente que algo no nos interesa. Sin embargo, es importante recordar que el verdadero daño se produce cuando permitimos que nuestro desinterés disfrazado consuma nuestro tiempo y energía, y que potencialmente desilusione a otros que cuentan con nosotros.

Estrategias para superar el autoengaño del desinterés

  1. Autoconciencia: Primero, debemos admitir a nosotros mismos que una tarea o proyecto no nos interesa. Este paso requiere honestidad y valentía, pero es esencial para superar el autoengaño.
  2. Comunicación asertiva: Una vez que hayamos reconocido nuestro desinterés, es importante comunicarlo de manera respetuosa y constructiva a los demás. Esto puede ayudar a evitar malentendidos y resentimientos, y también permitirá que las tareas sean reasignadas de manera más eficiente.
  3. Reevaluación: Si nos encontramos autoengañándonos con frecuencia, puede ser útil reevaluar nuestros roles y responsabilidades. Es posible que debamos ajustar nuestras cargas de trabajo o redefinir nuestras prioridades para alinearlas mejor con nuestros verdaderos intereses y pasiones.


Recordemos que el tiempo es uno de los recursos más valiosos en el ámbito empresarial. Manejándolo de manera eficiente y evitando el autoengaño, podremos potenciar nuestra productividad y contribuir de manera más significativa a los objetivos de nuestra empresa.

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