PERIODO DE PRUEBA

Seguro que son muchos los que han oído e incluso firmado la incorporación a un nuevo puesto de trabajo donde se estipulaba un perIodo de prueba de un determinado número de meses. Este concepto, sin embargo, va más allá del ámbito laboral y se encuentra implícito en casi cualquier tipo de relación humana. Las parejas pasan un periodo conociéndose, las amistades se consolidan con el tiempo y el inicio de actividades como el deporte o las clases de música también requieren de una fase inicial de adaptación y prueba.

Si buscas su significado en internet, encontramos que un perIodo de prueba es “un tiempo durante el cual la empresa y el trabajador prueban mutuamente la relación laboral que les une”. Durante este tiempo, la empresa tiene la potestad de rescindir el contrato del trabajador sin necesidad de justificar su decisión, sin indemnización ni preaviso. Es un tiempo donde la empresa evalúa si el empleado cumple con las expectativas establecidas y de no ser así, puede despedirlo sin más.

Sin embargo, surge una pregunta relevante: ¿qué pasa si es la empresa la que no supera la prueba?

Este escenario, que con total seguridad ocurre en muchas ocasiones, plantea varias cuestiones. ¿Qué opciones hay cuando las expectativas del trabajador no se cumplen? ¿Cómo se afrontan y reconstruyen las ilusiones, los sueños y las necesidades no satisfechas? 

En muchos casos, los empleados renuncian a otras oportunidades por aceptar una determinada oferta de trabajo solo para encontrarse en una situación no deseada que no cumple con lo pactado.

La única opción viable es volver a iniciar el proceso de búsqueda a pesar de la decepción y sin premura. Puede que incluso sintiendo el peso de la culpa por haber renunciado a lo seguro buscando una mejora profesional.

Si en alguna circunstancia nos vemos atrapados en un lugar incómodo o no deseado, con un futuro incierto y frustrante, una posible salida es la aceptación de las cosas tal y como son, junto con el agradecimiento y la toma de acción.

Estamos aquí para sumar y aportar lo mejor de nosotros mismos en cualquier faceta de nuestra vida. Si una relación, ya sea laboral, personal o de otro tipo, nos roba la buena energía, la paz, la ilusión, la motivación, las ganas de entregarnos en cuerpo y alma y nos lleva a la apatía, el desinterés, la tristeza y la frustración, es crucial ser conscientes de esta realidad.

Aceptar desde la gratitud y tomar medidas para modificar o salir de esa situación cuanto antes, esto será lo mejor para mantener nuestro bienestar y seguir creciendo.

Si no puedes ser tu mejor versión, ahí no es.

@palomagdelafuente