Pero aquí viene la pregunta del millón: ¿te sentías realmente competente al egresar de la universidad?

Pero aquí viene la pregunta del millón: ¿te sentías realmente competente al egresar de la universidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué significa realmente ser competente? Déjame contarte una historia que podría resonar contigo.

Imagina a un niño saliendo del preescolar, orgulloso de poder contar hasta diez y reconocer las formas básicas. En ese momento, ese pequeño es "competente" en su mundo. Pero el viaje apenas comienza.

Unos años después, ese mismo niño termina la primaria. Ahora puede leer, escribir y resolver problemas matemáticos simples. Su competencia ha crecido, ¿no crees?

Llega la secundaria, y nuestro protagonista profundiza en esas habilidades. Las matemáticas se vuelven más complejas, la literatura más rica. Su mente se expande y su competencia evoluciona.

El bachillerato tecnológico marca un punto de inflexión. De repente, ese joven estudiante se encuentra frente a conceptos de ingeniería, problemas prácticos y la promesa de un futuro profesional emocionante.

Y entonces... la universidad. Cuatro o cinco años de estudio intenso, proyectos, desvelos y café. Mucho café. Al final del camino, emerge un flamante ingeniero, listo para comerse el mundo.

Pero aquí viene la pregunta del millón: ¿te sentías realmente competente al egresar de la universidad?

Si tu respuesta es un rotundo "NO", no te preocupes. No estás solo.

Verás, ser un ingeniero competente en el siglo XXI va mucho más allá de un título universitario. El mundo evoluciona a una velocidad vertiginosa, y con él, las demandas de nuestra profesión.

Como ingeniero especializado en calidad y manufactura, he aprendido que la verdadera competencia se forja en el campo de batalla de los proyectos reales. No basta con conocer la teoría; hay que saber aplicarla, adaptarla y, sobre todo, resolver problemas.

¿Recuerdas tu primer proyecto? Ese momento en que te enfrentaste a un problema real y pensaste: "¿Y ahora qué hago?". Ahí es donde comienza el verdadero aprendizaje.

Ser competente como ingeniero significa tener un arsenal de herramientas a tu disposición y saber cuál utilizar en cada situación. Es como ser un chef que no solo conoce los ingredientes, sino que sabe cómo combinarlos para crear el platillo perfecto.

La clave está en la preparación continua, la capacitación especializada y, sobre todo, en atreverse a iniciar y terminar proyectos. Cada proyecto es una oportunidad de aprendizaje, una chance de pulir tus habilidades y de demostrar tu valía.

¿Y sabes qué? Las certificaciones juegan un papel crucial en este viaje. No son solo un papel bonito para colgar en la pared; son una puerta de entrada a nuevos conocimientos, técnicas y perspectivas.

En ALIUM, creemos en "el enfoque y la ejecución". Creemos en formar "la nueva generación de ingenieros en México". Por eso, te invitamos a dar el siguiente paso en tu carrera.

Ya sea que estés interesado en Six Sigma Green Belt, Black Belt, Manufactura Esbelta o Core Tools, tenemos el programa perfecto para ti. Porque sabemos que ser competente no es un destino, es un viaje continuo.

Así que, mientras llega el momento de tu próxima certificación con nosotros, no dejes de aprender. Lee, experimenta, pregunta. La competencia se construye día a día, proyecto a proyecto.

¿Estás listo para llevar tu competencia al siguiente nivel?

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