Pero, ¿qué es eso del empaque?

Pero, ¿qué es eso del empaque?

“Lo que es real, no es la forma externa, sino la esencia de las cosas” (Constantin Brancusi)

Hoy, más que un artículo, quiero presentar una serie de pensamientos en alto acerca de un tema que lleva llamando mi atención desde hace un tiempo: el empaque. He percibido opiniones muy dispares en relación a, no sólo su significado, sino también a la importancia que tiene en la sociedad actual el término. Además, no parecen quedar claros los factores que hacen que una persona tenga empaque.

Sí, lo sé. ¿Cómo se me ha ocurrido sacar a la luz un concepto tan abstracto? Pues, entre otras cosas, porque aunque no lo podemos tocar, todos lo percibimos. Sin embargo, no resulta del todo fácil describirlo.

Intercambiando opiniones con mis clientes acerca del perfil que necesitan para cubrir sus necesidades, me encuentro con que la palabra cobra cada vez más protagonismo: “Fulanito me gusta, pero quizás le hace falta tener más empaque”; “Necesito a alguien que transmita cierto empaque”; “Lo que más valoro de Menganito es ese empaque que le caracteriza”, entre otras.

Pero, ¿qué es? ¿Es una cuestión actitudinal o es física? ¿Es algo innato o aprendido? ¿Una persona puede tener empaque en un ámbito y no en otros? ¿Está relacionado con la altura? ¿Y con la forma de vestir? ¿Influye la voz a la hora de determinar si alguien tiene o no empaque?

Sorprendida por la relevancia que ha adquirido esta cualidad en el entorno de la Selección de Personal, me he tomado la libertad de hacer un pequeño sondeo en mi entorno más cercano. Simplemente, les he preguntado:

  1. ¿Qué es para ti el empaque?
  2. ¿Lo consideras algo importante?

Entre las respuestas recibidas a la primera de las cuestiones, me encontré palabras como profesionalidad, apariencia, señorío, porte, carisma, caché y elegancia, entre otras. He de decir que también hubo quien no dudó en mencionar la integridad y la capacidad altruista.

Otro de los temas aportados, y no menos importante, viene dado por el tono de voz. Algunas personas reflexionaban, entre risas, sobre lo imposible que resulta que una persona con una voz aguda y aflautada sea caracterizada como alguien con empaque. ¿Estás de acuerdo?

Percibí que para la gente es algo intangible a la vez que subjetivo. Cada uno tenía su modo de apreciarlo. Si te fijas, entre las palabras mencionadas, podemos encontrar una mezcla de aspectos físicos y psicológicos. ¿Quiere eso decir que la palabra en sí engloba a ambos? Todas las personas a las que interrogué parecían ser conscientes de su significado, pero muy pocos fueron capaces de definir el concepto con certeza. Me encontré con divagaciones, pensamientos en alto, reflexiones, interrogantes e incluso suposiciones.

A la segunda pregunta, me encontré con respuestas muy distintas. La mayoría estaban de acuerdo con la importancia del concepto. Sin embargo, pronto me di cuenta de que los que aseguraban sin dudas el valor del empaque, compartían algo. Todos ellos trabajaban en un entorno empresarial en el que las jerarquías estaban claramente definidas. El resto, sin quitarle relevancia, lo ponían en un segundo plano, teniendo aún más dudas a la hora de definirlo.

A decir verdad, si buscas en internet sobre el término, no encontrarás una definición exacta. Verás infinidad de resultados relacionados con el marketing, que hacen referencia a la idea de packaging. En otras palabras, es un término que está directamente asociado al envoltorio y el embalaje de los productos. Sin quererlo, está relacionado con la idea de potenciar la apariencia de los mismos para captar la atención del consumidor. Si lo piensas, la idea puede ser perfectamente aplicable a las personas. En el fondo, todos tratamos de potenciar nuestra imagen y causar una buena sensación en el resto.

Por lo tanto, deduciendo de una forma  lógica, si lo extrapolamos a las personas, podríamos concluir que quizás esté más orientado a lo físico que a lo actitudinal. Y todo parece apuntar a que deberíamos percibir si alguien está dotado de esta cualidad con un primer vistazo.

Pero, permíteme no estar de acuerdo, ya que creo que el concepto va mucho más allá. Obviamente, el ser humano es mucho más complejo que un mero producto. Las características actitudinales son muy poderosas y aportan mucha información sobre la persona. Y yo sí que creo que la experiencia y el bagaje, tanto personal como profesional, pueden desarrollar el empaque en una persona. De hecho, la madurez creo que te ayuda a ganarlo.

Podemos seguir divagando y sacando a la palestra infinidad de interpretaciones relacionadas con el empaque. Pero como concepto abstracto e intangible que es, existen numerosas lecturas y todas son igualmente aceptadas y válidas.

Yo, sin ser capaz de dar una respuesta clara, me quedo con la cita de Coco Chanel, que viene muy al caso y que dice algo así como: “No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación. No es la ropa, es la clase”.


Este artículo ha sido publicado originalmente en La Nueva Ruta del Empleo. Te invito a que leas éste y otros artículos en este enlace.


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