Persevera y triunfarás

El título suele ser mi frase de cabecera. Es algo que me inculcaron desde pequeño y que trato de poner siempre en práctica. No darse por vencido ante la adversidad es algo que deberíamos tener todos incorporado.

A mis 33 años logré mi título universitario. Algo que, inicialmente, no me generó grandes espectativas laborales. Sí el orgullo de haberlo conseguido teniendo trabajo y familia. A los 35 conseguí mi primer trabajo en la docencia casi sin buscarlo. Un contacto de facebook (que aún no conozco personalemente) me preguntó si estaba enseñando. Al recibir mi negativa me dio las indicaciones del caso, donde tenía que ir y con quien tenía que presentarme. Armé el proyecto que me pidieron y en un par de meses estaba dando mis primeras clases de Informática en una escuela pública.

Una vez dentro del sistema, las oportunidades empezaron a incrementarse. Le sumé un postítulo universitario a mis certificaciones y unos años después tuve mi experiencia como facilitador pedagógico capacitando docentes en competencias digitales. Luego sumé algunas horas en más escuelas.

Lo interesante (y preocupante) es que mi experiencia laboral crecía pero no proporcional a mi saliario. Otra vez la adversidad se hacía presente y había que enfrentarla.

Esto de enfrentar la adversidad es algo recurrente en el mundo de la programación. Mundo en el que me inserté (o reinserté - mi primera carrera fue ingeniería en sistemas) allá por 2020, gracias al tiempo que nos permitía el aislamiento por la pandemia. ¿Por qué lo de recurrente en programación? Porque estamos frente a problemas todo el tiempo. Ya sea al principio del desarrollo cuando debemos crear el software correspondiente al trabajo a realizar. En el durante cuando nos encontramos con los clásicos errores en el código hasta que el software funciona como nosotros queremos o necesitamos. Y al final cuando creemos que está listo y el cliente agrega alguna funcionalidad no especificada con anterioridad.

Hoy, casi 10 años después de mi primera clase, puedo decir que perseverando (y preparándose) se logran las metas. Actualmente enseño Informática en tres escuelas. Además, incio a jóvenes y no tan jóvenes en programación en un punto digital, en una fundación, en un instituto privado y en una universidad.

Espero que este artículo sobre mi carrera laboral sea de incentivo para toda persona que sienta que no puede lograrlo o que su tiempo ya pasó. No bajes los brazos, si estás preparado y perseveras las oportunidades llegarán.

Profe Marcos Cielo.