Piensa antes de hablar
Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen.
Mi nombre es Abel Briones, hoy les quiero compartir mis reflexiones sobre la frase:
Piensa antes de hablar
Una de las frases que acostumbro decir es que yo siempre digo lo que pienso y muchas veces no pienso lo que digo. Esto sucede cuando sé que me meteré o me he metido en problemas, problemas con los que puedo vivir; estoy consciente de que mis comentarios no serán bien recibidos, pero no me ha importado, porque sé que lo que estoy diciendo es la verdad. Sé que no es una opinión, lo puedo sostener con datos duros y razonamiento lógico.
Aprendí hace tiempo el método positivo para dar retroalimentación, empezar con un comentario que acentúe los aspectos positivos a veces es un poco difícil para mí, porque tiene que ser un comentario sincero. Después se deben presentar las áreas de mejora tratando de no minimizar la primera parte, dando comentarios constructivos. Durante mi primera visita a toastmaster me di cuenta de que aquí utilizan este método.
En mi segundo proyecto, y prácticamente el resto de esta aventura en toastmaster, me toca practicarlo; sé que lo puedo hacer, este es un ambiente controlado y forma parte de mi formación. Pero en la práctica laboral, sobre todo cuando mis colegas comenten errores y estamos en momentos de gran presión es muy difícil aplicarlo.
Cuando estás en campo, y con la presión de arrancar las máquinas, se acerca mucha gente, muchas veces no sabes qué puesto tienen, les tienes que explicar muy bien, de manera concreta y objetiva, en términos sencillos; lo más importante es siempre ser objetivos, en ocasiones es difícil porque muchas veces no sabes cuál es la causa del problema, estás en el proceso de diagnóstico, normalmente no sabes cuándo vas a terminar, es parte de nuestro trabajo. Pero las personas que te van a preguntar realmente no entienden esto o no les importa, ellos quieren resultados; el peor escenario en estos casos, es hacer compromisos que no podemos cumplir, o que digan algo que es totalmente incorrecto o incoherente y esto cause más problemas.
Francamente, los ingenieros recién egresados no saben hablar ni escribir, y no articulan bien sus pensamientos, dicen muchas incoherencias, normalmente los interrumpo a la primera equivocación, no me gusta perder el tiempo. Al principio piensan que tienen la razón, creen que no los dejó hablar, en parte es cierto, pero en realidad, no los dejó decir incoherencias, los cortó de raíz como soy figura de autoridad en la empresa no representa mucho problema para mí, con el tiempo van aprendiendo. Algunas frases que suelo usar con ellos son: ordena tus ideas, piensa antes de hablar, uno de los objetivos que tengo cuando trato así a los ingenieros es entrenarlos para el trabajo en campo, los obligó a que piensen antes de hablar, los obligó a construir resiliencia.
Otra cosa que trato de hacer es acostumbrarlos a contestar lo que se les pregunta; mucha gente contesta otra cosa completamente distinta, o trata de dar más información de la solicitada. Por ejemplo cuando se les pide reporte de avance, tratan de explicar por qué no han logrado algo o empiezan a reportar lo que ha fallado, o sus actividades, pero nunca reportan el avance.
La mayoría de los novatos no contestan lo que se les pregunta, yo acostumbro ir pidiendo información, del estatus actual hacia atrás, rápidamente detectó cuando se contradicen o se equivocan; mi estilo hasta el momento me ha dado resultados, aunque a largo plazo. Tal vez al principio muchos me tengan miedo incluso un poco de odio,, tal vez les genere algo de aprensión, pero para mí es parte de su preparación. Sé que por mucho no soy la persona más agresiva que se encontrarán en el trabajo, y quiero que estén preparados para situaciones de alta presión y las vicisitudes que este trabajo conlleva.
En teoría debes dar retroalimentación tanto lo que es positivo y lo negativo.
Tenemos que construir en nuestros colaboradores
Existen otros métodos para dar retroalimentación como el sugerido por Marta Román, que consta de 6 pasos resumidos en lo siguiente ( En mi resumen salieron 7 pasos y no con las palabras que ellos usaron):
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Siempre he tenido la aprehensión de que al tratarlos con más suavidad, aplicando el método positivo, los esté consintiendo demasiado; en la industria la presión por dar resultados es muchísima y cada año se incrementa.
¿Cómo puedo aplicar el método positivo y a la vez ser enérgico con los ingenieros juniors?
¿Cómo puedo ser empático y desarrollar sus habilidades al mismo tiempo ?
Parafraseando a Freddy Vega, el problema es que no sabemos qué es empatía porque somos unos psicópatas, lo que hace que no consideremos los sentimientos de otras personas.
Para mi siempre ha sido muy difícil saber cómo mis comentarios afectarán los sentimientos de los demás, tampoco he entendido por qué esto debería importarme, creo que Freddy tiene razón.
Hasta el momento no he encontrado una respuesta a estas preguntas, los líderes estamos para formar, pero no podemos convertirnos en un sustituto de las escuelas, necesitamos producir, necesitamos que el personal llegue con la formación básica, tanto técnica como comunicativa.
También sé que en México, y en general a los latinos los tenemos que tratar suavecito, con cariñito, por que si no rápidamente nos ofendemos, en estas ocasiones es cuando me gustaría vivir en un país menos sensible. Es casi imposible ser directo y amable, al menos para mí. Sobre todo la parte de amable.
Según los expertos si no sabes dar retroalimentación, tampoco sabrás recibirla,
¿Será cierto esto?
¿Que puedo hacer?
¿Tendré que cambiar mi estilo por completo?
!Tengo mucha aprensión¡
¡Ayuda por favor!
Docente Investigador en Ecologia y Gestión Ambiental Empresarial
2 añosEstimado Abel muy claro lo que señalan en caso de lo que ocurren los ingenieros recién egresados, ahora imaginaste cuando tiene que apoyarlo en la redacción de trabajo de grado, con el tiempo van aprendiendo a ser más atento y les pido que practique mucho la lectura son reacio, pero no le queda más, mi papel es entrenarlos para que escuche tengo fama que soy muy dura (carácter muy fuerte, fastidiosa perfeccionista) a final queda satisfecho por haber logrado un buen trabajo y para mí una complacencia por lo siempre que me busca por lo anticipo que no soy una persona fácil de tratar por mi carácter y si puede asumir el riesgo hasta el momento ninguno ha renunciado de allí que me encuentro reflejada en tu texto gracias por compartir
Mediadora científica y desarrollo de talento STEM | Mentora de innovación para la sustentabilidad | ¡Te ayudo a vender tu ciencia!
2 añosQuerido Abel Briones, tu texto me trajo dando brincos entre sentimientos encontrados, para finalizar en una completa empatía. Al final me he sentido muy identificada contigo. Soy de caracter fuerte, muy directa, clara, transparente. Odio la hipocresía, soy de mecha corta y tengo tacto de elefante para decir las cosas... pero como todo elefante, reconozco que también tengo carisma. El tiempo y las experiencias (buenas y malas) me han enseñado que necesito canalizar esa energía de dinamita en acciones propias y no en las personas. De a poco uno aprende a reconocer la personalidad de los colaboradores y cómo comunicarse mejor, el chiste está en hacer que el mensaje llegue, y hay veces que por muy buenas intenciones que tengamos, el trato rudo no dará mejores resultados. Me decía mi mamá: "a fuerzas ni los zapatos entran". Lo que a mí me ha servido: cuando siento se empieza a calentar el agua en la cabeza, antes de que hierva, me doy una pausa, siempre es posible encontrar unos minutos para elegir las palabras y los modos. Si al final el resultado no es el que esperábamos, de todas maneras los demás notarán el esfuerzo y creeme que también lo agradecerán. Es un entrenamiento... es poco a poco. Tampoco seas muy duro contigo mismo.