Piura, Región Federal

El sistema de gobierno actual del Perú se basa en un sistema de descentralización que se implementó en la década de 1980, con el objetivo de transferir responsabilidades y recursos a los gobiernos regionales y locales y que se le dio empuje en el gobierno del presidente Alejandro Toledo. Sin embargo, a pesar de esta descentralización, el poder sigue estando concentrado en el gobierno central, y esto lo vemos cada día y con la mayoría de alcaldes y gobernadores de Piura, yendo permanentemente a Lima para solicitar se aprueben los proyectos.

¿Es posible cambiar esta situación? La respuesta es sí; y esto lo podemos lograr convirtiendo a nuestra Piura, en una Región o Estado Federal.

Pero la pregunta que muchos de ustedes se harán es: ¿Qué es el federalismo?, pues bien, el federalismo es un sistema de gobierno que se basa en la división del poder entre el gobierno central y los gobiernos regionales o locales. En el caso del Perú, la discusión sobre la implementación del federalismo ha sido un tema recurrente, principalmente en el ámbito académico.

Uno de los principales argumentos a favor del federalismo es que permitiría una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones. Al descentralizar el poder y dar más autonomía a los gobiernos regionales y locales, se podría garantizar una mayor representación de los intereses y necesidades de las diferentes regiones del país.

Además, el federalismo podría contribuir a la reducción de la corrupción y la mejora de la gestión pública, al permitir una mayor transparencia y rendición de cuentas a nivel local. También podría fomentar la competencia entre las diferentes regiones y promover el desarrollo económico y social en todo el país.

Sin embargo, también existen críticas al federalismo. Algunos argumentan que podría conducir a una mayor fragmentación y conflicto entre las regiones, y que podría ser costoso implementar un sistema de gobierno federal. También se ha argumentado que el federalismo podría reforzar las desigualdades regionales existentes y que podría haber problemas para definir las competencias y responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno.

EEUU la aplica, Suiza la aplica y son excelentes alternativas (no quiere decir que no haya problemas) para solucionar los principales problemas que aquejan a Piura. Un gobierno federal en Piura, implicaría autonomía para dar leyes propias que faciliten la inversión privada, por ejemplo, que se tenga la capacidad de rechazar o no cumplir leyes nacionales, que perjudiquen a la región. Así mismo se tendría autonomía para manejar los impuestos y disponer los recursos que estos generen; por supuesto con el respectivo aporte al gobierno nacional. 

Sin embargo es preciso señalar que, una Piura federal, sólo funcionaría como debe siempre y cuando se de un contexto de economía liberal; es decir en un gobierno que tenga bien definidas y limitadas sus funciones, que para el caso de nuestra región debería estar abocado a infraestructura (carreteras, puentes, pistas, veredas, reservorios y toda aquella infraestructura que permita un buen desempeño de las actividades productivas que se realicen), a una buena seguridad pública (que acabe con la ola de asaltos y delincuencia que nos azota) y por último un buen sistema de justicia y resolución de conflictos.

En estos momentos en que las lluvias nos juegan en contra, bien valdría contar con este sistema que nos permita solucionar los problemas aquí, sin depender de la burocracia dorada limeña.

Javier Acuña