pivotar con canasta: el PMeV

pivotar con canasta: el PMeV

Lean startUp y su PMV (o MVP)

Desde hace años soy un "ferviente" cuestionador de la implementación real que se suele hacer del concepto de producto mínimo viable en los startUps. Como muchos conceptos se terminan malentendiendo con los riesgos que ello supone.


Resumiendo, y simplificando quizás en demasía, esta "religión" aboga por comenzar cualquier proyecto de emprendimiento por el diseño de un producto inicial tal que sirviera para validar la propuesta de valor del proyecto sin invertir en exceso en el diseño de un producto que finalmente no fuera viable... (simplificando en exceso, decía)...

Como idea es perfecta... diseñas ("prototipas") las características necesarias para que el producto sea viable para un cliente tipo y lo pruebas. Si fallas, rediseñas, "pivotas"... y vuelves a intentarlo...

El problema de la mala interpretación es doble:

  1. la primera dimensión del mismo es que no siempre la combinación elegida producto mínimo y cliente mínimo sirve para validar el proyecto completo, aunque sí sea viable en su mínima expresión
  2. la segunda dimensión del problema, y la que más me preocupa, es sobre el cómo pivotar una vez errado... (nota: "pivotar" es un concepto muy usado en el baloncesto en el que el "pivot" u otro jugador, manteniendo un pie en el suelo gira todo el cuerpo en busca de una mejor posición de tiro a canasta)... me preocupa la canasta, me preocupa que el proyecto pierde muchas veces el foco en el objetivo a la hora de pivotar.


Se huye de pensar a largo.

Toca pivotar una vez validado que NO funciona el producto mínimo viable... ¿pivotamos hacia ninguna parte? generalmente el estado en que llegan los proyectos a reconocerse a si mismos que su producto mínimo viable ha sido inviable es normalmente precario y el recálculo desde ese punto es más bien una carrera hacia la supervivencia que un retomar la búsqueda del objetivo final... la realidad es que normalmente un fallo en el primer "pivot" no lleva a buscar el objetivo sino que lleva a la búsqueda de otro PMV que, ante la situación de incremental urgencia, se convierte en el objetivo en sí sustituyendo al destino inicial del proyecto.

Se huye de pensar a largo en general y en los proyectos "startUps" aún más y cuando la cosa va mal... aún más.

Desde el inicio los proyectos centrados en Lean StartUp son "inducidos" al cortoplacismo por una cultura de inversión de tickets bajos que buscan proyectos potencialmente escalables que partan de productos mínimos viables y que, para el inversor, supongan un riesgo muy acotado. Los cantos de sirena de este tipo de proyectos suelen ser el aprovechar una gran oportunidad a corto plazo y "pegar el pelotazo".

A todos los proyectos les vendría bien pensar más en futuro, no solo a los ambiciosos en el largo plazo.

Pensar en la "dominación mundial" es de ilusos, es de poetas... Pero muchos de los proyectos emprendedores están llamados a resolver problemas que aún no existen al partir de una visión de futuro y basados en la identificación de tendencias o predicciones de futuro. Estos proyectos necesitan imperiosamente alinear sus hitos y fases intermedias con el destino final para que cada paso suponga un avance en términos estratégicos.

mi "crítica" se dirige a la malinterpretación del concepto de PMV, la necesidad de no perder la coherencia estratégica entre este producto mínimo viable y el camino hacia la consecución del objetivo.


¿emprenderías un viaje sin fijar el objetivo final del mismo?

Situémonos en Madrid, pleno mes de agosto. Arrancamos el coche con el objetivo de irnos de vacaciones.

¿a dónde?

Nuestro proyecto es "ir a Barcelona" Imaginemos que por lo tanto nuestro plan es viajar a Barcelona desde el caluroso Madrid. Nuestro plan de negocio define perfectamente el roadmap de gasolineras dónde repostar, restaurantes donde descansar y comer y lugares a visitar por el camino desde nuestra casa de Torrelodones hasta Gran Vía de les Corts Catalans 392.

El mapa te muestra claramente que debes de elegir la autovía A2 que pasa por Zaragoza. Tenemos menos de 100km de autonomía en el depósito y eso nos obliga a repostar a los pocos kilómetros de encarar la Autovía de Barcelona. Repostar es vital para el camino y este será nuestro primer paso ineludible que en el plan de un startUp podría ser la fase de "producto mínimo viable", una parte del camino que cubre con el objetivo de validar el mismo.

Salimos un viernes y siendo un viernes por la tarde contábamos con tener tráfico lento en todas las carreteras, pero cuando vamos a salir de casa al poner la radio nos da la peor de las noticias: accidente en la A2 dirección Barcelona, un camión ha volcado y 40km de retención y tráfico parado y sin fecha de solución.

Nuestro MVP se ha demostrado imposible.


¿y ahora qué? pivotar

Nuestro MVP se ha demostrado imposible y por ello es vital repensar y recalcular... La necesidad de llenar el depósito persiste y necesitamos definir ese nuevo producto mínimo viable que nos garantice la supervivencia toda vez que nuestro plan de la gasolinera en el km 45 de la A2 queda descartado.

En principio hay 5 carreteras radiales alternativas que pueden servir para salir de Madrid y en cada una de ellas hay gasolineras que pueden ser productos mínimos viables para el equipo de viajeros.

Si somos estrictos en la maximización de las alternativas desde un punto de vista táctico en un momento dado la opción más eficiente, cercana, que tuviera el precio de la gasolina más barata o la que tuviera menos atasco podría ser la primera o segunda gasolinera de la A5 dirección a Cádiz.

Sería viable como ejercicio de repostaje que demostraría una sostenibilidad del viaje (el coche no se ha quedado tirado sin gasolina) y unos 40 km recorridos sin incidentes limitantes... todo un éxito...

Pero claro en este caso evitar el atasco (pivotar) nos ha hecho acabar más lejos del objetivo, de camino a Cádiz, la mejor tierra de España, eso sí, pero lejos del objetivo de llegar a Barcelona. Pivotar sin canasta te puede llevar lejos de tu proyecto... te puede hacer tomar decisiones que te lleven muy lejos de tu objetivo... de Barcelona... cada km que avanzamos hacia Cádiz es estar más lejos de donde queremos estar... hemos repostado.

Pivotar sin canasta te puede llevar lejos de tu proyecto


PMeV: Producto Mínimo Estratégicamente Viable

Es vital que generemos la diferenciación entre productos mínimo viable tácticamente (para validar el funcionamiento, la supervivencia, la existencia) y cuáles además son estratégicamente viables y son parte del trayecto más razonable al destino.

Encontrarse de camino a Cádiz puede ser el inicio de una nueva aventura, pero en el momento de elegir la dirección hacia la que pivotar siempre hay que tener en mente que queremos ir a Barcelona...

A veces tendremos que valorar si esperamos a que se libere la A2 o valorar caminos alternativos que tendremos que estudiar y comparar en función de la información que contemos. Esa información, como un navegador GPS, nos recalculará la ruta y nos propondrá avanzar unos kilómetros dirección a Burgos por la A1 o hacia la A3 hasta que podamos encontrarnos con un camino más directo.

Un recálculo basado en el destino podría incluso recomendarnos viajar en avión o AVE... pero en cualquier caso nos ofrecerá un camino estratégicamente viable que no nos hará perder la esencia de nuestro proyecto por optimizar la operación a corto plazo.


resumen:

Cuando no tienes un objetivo recalculas en función del punto de origen... Un navegador sin destino, simplemente no funciona y terminas vagando. Es como si al tener una calle cortada eliges la siguiente a la derecha y así sucesivamente sin mantener la vista sobre el destino.

Al que no sabe a dónde va ningún viento le sopla favorable

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