Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Industriales en el Sector Alimenticio

Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Industriales en el Sector Alimenticio

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Siendo este sector uno de los más pesados dentro de la manufactura en el País y que año tras año sigue creciendo, el uso del recurso hídrico para este es clave y juega un papel muy importante, ya que es utilizado para sus diversos procesos tales como; líneas de producción, equipos como intercambiadores de calor, limpiezas e inclusive como parte de la materia prima para la elaboración del producto que finalmente llegara a sus consumidores. 


Por tanto, la instalación de un sistema de tratamiento de aguas adecuado y aterrizado a la realidad de cada empresa derivada de este sector vuelve a las mismas altamente eficientes en temas de recuperación de agua, el mismo que puede traducirse en mayor rentabilidad económica y responsabilidad ambiental. Aprovechando el efluente final para que este vuelva a la cadena de producción y también liberando una descarga al ambiente alineada a la normativa ambiental vigente.  

 

Toda industria en general para realizar una descarga de agua debe cumplir con una normativa legal. Ecuador cuenta con una normativa macro: el Acuerdo Ministerial 097-A del Texto Unificado de Legislación Secundaria del Ministerio de Ambiente Ecuador, libro VI, anexo 1. En el mismo se encuentra detallado los criterios de calidad de agua para sus distintos usos, en el cual se estipulan los Límites Permisibles para descargas en un cuerpo receptor o sistema de alcantarillado. Parámetros que deberá cumplir la empresa post tratamiento del afluente generado por el uso del recurso vital.  

 

El sector de alimentos demanda una gran cantidad de agua para operar y como consecuencia genera aguas residuales con altas cargas contaminantes, en su gran mayoría de origen orgánico, aunque también pueden contener componentes inorgánicos, dependiendo de su proceso productivo.  

 

La implementación de un sistema de tratamiento de aguas deberá iniciar con una visita insitu y una caracterización previa del afluente a tratar.  

 

Por lo general, en este tipo de industrias se utiliza un tren de tratamiento que inicia con la recolección del afluente a tratar y una rejilla para remoción de sólidos gruesos seguido de una trampa de grasa para retener toda la grasa que llega desde las líneas de producción y a su vez sedimentan sólidos por gravedad, estos residuos serán entregados a un gestor calificado para su disposición final, a continuación se tiene un cárcamo de bombeo para posterior pasar por un tamiz para remoción de sólidos finos mayores a 0.5 mm, luego estas aguas llegaran a un tanque de igualación u homogeneizador para neutralizar pH, así seguirá hasta un sistema por flotación por cavitación de aire (CAF)/Sistema de flotación de aire disuelto (DAF) para separar toda la carga insoluble del agua y pasar a un tanque para estabilizar nutrientes previo a su ingreso al tratamiento biológico donde se removerá la carga contaminante orgánica soluble, para finalmente hacer la descarga del afluente tratado como efluente final. 

 

Diagrama de una PTARI para el sector de alimenticio: 

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Con base en el uso final del efluente se podrá añadir tratamientos terciarios capaces de afinar más la calidad del agua tales como: ósmosis inversa, electrodesinfección, intercambio iónico, procesos de oxidación avanzada, entre otros.  

 

Entre los beneficios empresariales de contar con un sistema de tratamiento de aguas para la industria alimenticia tenemos:  

  • Cumplimiento de normativas legales ambientales vigentes evitando ser sancionados económicamente o con el cierre de la industria por incumplimiento de las mismas. 
  • Responsabilidad Social. 
  • Gestión adecuada del recurso hídrico. 
  • Al contar con una PTARI in situ, ahorro económico evitando el transporte del agua residual industrial a lugares que ofrecen el servicio de tratamiento o evitar contratar una planta de tratamiento móvil por periodos.  
  • Oportunidad de reúso del agua tratada en una PTARI adicionando sistemas de purificación posterior a la descarga, para recirculación para las diferentes líneas de producción de la industria, promoviendo una economía circular y preservación del medio ambiente.   

 

Y algunos beneficios para la población de que las industrias cuenten con un sistema de tratamiento de aguas son:   

  • Saneamiento eficiente de recurso hídrico permitiendo su regreso a fuentes naturales como ríos y mares. 
  • Eliminación de olores y vectores en comunidades aledañas que puedan verse afectadas.  
  • Reducción de contaminantes aguas abajo para comunidades que carecen del servicio de agua potable y usan agua de ríos como fuente única.  
  • Reúso del agua de descarga para uso de riego en comunidades o adecuando sistemas de purificación posteriores, para uso en áreas recreativas para los usuarios como bebederos y lavamanos automáticos. 
  • Mantener espacios ecológicos y biodiversidad acuática, logrando así de los servicios ambientales que el medio ambiente nos ofrece.  



Autora: Ing. Vanessa Ruiz.

Supervisora PTAR ISA.

Ingeniera Ambiental.



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