Platicando de abejas, flores ¿y plaguicidas?

La historia de la naranja de tu desayuno, o el limón que le pones a tu comida inició en la humilde patita de una abeja o una mariposa. Así es, por si no lo has adivinado, hoy vamos a tener la plática de las abejas y las flores, pero no la que tuviste con tus padres.

La relación simbiótica entre las plantas y sus polinizadores es de suma importancia para la sobrevivencia de la humanidad. ¿Crees que exageramos? Entonces te sorprenderá saber que al menos tres cuartas partes de los cultivos destinados a la alimentación dependen de la polinización. Es impresionante reflexionar sobre como las frutas y verduras que comemos a diario son "retoños" de las plantas. Y podrían no haber llegado a tu mesa, si un polinizador no hubiera transportado el polen de una flor a otra.

Entonces ¿cómo funciona la polinización?

El polen se transporta desde los órganos florales masculinos de la planta hasta los femeninos por un agente polinizador. Este proceso puede suceder a través de agentes abióticos (como el aire o el agua) o agentes bióticos (como insectos y animales). La polinización por medio de agentes bióticos es la más conocida, y se basa en una relación simbiótica entre el agente y la flor. Los animales e insectos se alimentan del néctar de las flores y en el proceso transportan el polen de una flor a otra, lo que permite la producción de frutos, semillas y la reproducción de la planta.

Aunque las abejas son los polinizadores más conocidos, existen más de doscientas mil especies de animales polinizadores en todo el mundo. Son un ejército de especies que ayudan a mantener la vida vegetal. Entre ellos encontramos mariposas, murciélagos, colibríes, e incluso otras aves y hasta lémures, contribuyendo a esta tarea vital.

Por desgracia, actualmente se encuentran amenazados 200 vertebrados y 10.000 insectos polinizadores de este ejército. Como los polinizadores son diversos, las amenazas a las que se enfrentan también lo son. Entre las más graves podemos encontrar la destrucción de su hábitat, especies depredadoras introducidas, enfermedades por bacterias y virus ampliamente extendidos, así como el uso inadecuado de plaguicidas.

Pero ¿los plaguicidas matan a las abejas?

Debemos señalar que todos los plaguicidas (tanto sintéticos como orgánicos) tienen un cierto nivel de toxicidad. La toxicidad se determina por el grado de peligrosidad de la sustancia activa y el nivel de exposición. Este nivel de toxicidad es necesario y deseable, porque el papel de los plaguicidas es controlar plagas. Sin embargo, los plaguicidas son formulados para que a una dosis y aplicación específica controlen la plaga objetivo. Algunos de ellos pueden afectar a polinizadores y otros no, pero todos requieren ser utilizados conforme a las indicaciones de la etiqueta para que cumplan su objetivo y se minimice el impacto en los insectos benéficos.

Los plaguicidas pueden llegar a las abejas durante la aplicación, es decir cuando se asperja. También pueden exponerse durante el periodo residual que el plaguicida se mantiene en la superficie de la planta. Y en el caso de plaguicidas sistémicos, pueden estar expuesta a través de los residuos en polen y néctar. El caso más común en registro de muerte de colonias de abejas es durante la aplicación. Para lo cual es importante que, si la etiqueta lo indica, no asperjar en los momentos cuando hay más polinizadores en los cultivos.

Es fundamental entender cómo afectan los plaguicidas a los polinizadores, pero también lo es comprender que, con el uso correcto de ellos, se puede prevenir esta afectación. Los plaguicidas han demostrado ser extremadamente eficaces para proteger los cultivos y mantener la producción necesaria para alimentar a la población mundial. Asimismo, la investigación y el desarrollo de nuevos productos agroquímicos con formulaciones más específicas han permitido que cada vez sean más eficientes y seguros. Es imposible negar todos los beneficios que los plaguicidas proporcionan a los agricultores, pero es responsabilidad de todos utilizarlos de forma correcta para proteger, entre otras cosas, la diversidad de los polinizadores.

Los plaguicidas no son ni deben ser considerados enemigos de la biodiversidad; cuando se utilizan correctamente son productos seguros. Por eso es fundamental respetar en todo momento las Buenas Prácticas para el Uso de Agroquímicos, entre las cuales podemos distinguir:

· Leer y seguir las instrucciones de la etiqueta de cada producto a utilizar.

· Determinar si el producto puede ser tóxico para los polinizadores, y qué medidas precautorias se deben tomar.

· Entender los hábitos de visita de los polinizadores en los cultivos. Así se pueden aplicar los plaguicidas cuando haya menor número de polinizadores.

· Usar un buen plan de Manejo Integral de Plagas para que las aplicaciones sean las adecuadas con la mayor eficiencia.

· Siempre realizar la aplicación de pesticidas con equipo de protección, en los modos y dosis indicados en las etiquetas.

Como empresa de investigación y desarrollo, Nichino México desarrolla sus productos realizando todas las pruebas margadas por la reglamentación nacional e internacional, con el objetivo de ofrecer productos de mayor control con menor impacto. Cada una de las soluciones que ofrecemos, tiene información confiable sobre el uso correcto del producto, y nuestro equipo de ventas está disponible para asesorarlo. Además, nuestro portafolio de productos incluye Portal®️ Acaricida/Insecticida, que no daña a la mayoría de los insectos benéficos, incluyendo a los polinizadores como las abejas.

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