The Political Business Cycle (ciclo político económico)
Por lo general hablo de temas estadísticos o de planificación pero este tema se me hace muy interesante e importante, sobre todo, por las noticias mas recientes, no solo aplica para México diría que aplica para todo Latinoamerica.
En la historia económica de México es reconocida por las diversas crisis que ha tenido. Las crisis son los episodios recesivos más abruptos del ciclo económico y, aunque tienen múltiples causas, usualmente son recordadas por los especialistas como resultado de un problema en particular. En los años ochenta se registraron dos crisis importantes: la de la deuda y la de los precios del petróleo. En los años noventa se registró la crisis de la cuenta corriente. Es importante señalar que las crisis tienen usualmente alguna causa fundamental que es resultado de una mala política económica o problema estructural y también algún detonante exógeno. En México las crisis se han caracterizado por cuestiones políticas y/o eventos políticos. ¿Cómo medimos los efectos políticos en la economía?
A las fluctuaciones (ascensos y descensos) de naturaleza rítmica que experimenta la actividad económica de los negocios a través del tiempo, se le conoce como “ciclo económico”.
Dentro de las fluctuaciones que caracterizan al ciclo económico, se identifican cuatro tipos diferentes según Estey (1967); la tendencias seculares, las estacionales las cíclicas, y por ultimo las esporádicas o accidentales. Ahora bien, los eventos políticos relacionados con el ciclo económico como las elecciones presidenciales, los cambios legislativos o las resoluciones judiciales, etc., que pueden tener un impacto positivo o negativo sobre los negocios o la actividad económica, pertenecen a las fluctuaciones esporádicas.
Dentro de la literatura sobre política económica el tema de los ciclos políticos ha sido ampliamente estudiado por diversos autores como Nordhaus (1975), Lindbeck (1976), Hibbs (1977), Cukierman y Meltzer (1986), Alesina (1987), Rogoff y Sibert (1988), Rogoff (1990), Persson y Tabellini (1990) entre otros.
Dicha teoría se desarrolló en dos etapas. La primera comienza a mediados de los setentas teniendo como exponentes los trabajos de Nordhaus (1975), Lindbeck (1976), quienes suponen que los gobernantes eligen políticas que maximizan su oportunidad para ganar las elecciones y mantenerse en el poder, llamando al comportamiento de los políticos “oportunista”. En esta misma etapa, hibbs (1977) enfatizó que el comportamiento de los políticos obedece a ideologías partisanas de izquierda o derecha.
La segunda etapa se desarrolló a mediados de los ochentas en donde trabajos elaborados por Kydland y Prescott (1977), Barro y Gordon (1983) ya incorporaban las expectativas racionales a los modelos de ciclos políticos derivados del auge de la teoría de juegos aplicada a la política macroeconomíca. Asimismo, Alesina (1987) en su trabajo agrega las expectativas racionales a un modelo partisano. Por último, Rogoff y Sibert (1988), Rogoff (1990), Persson y Tabellini, (1990) incluyen las expectativas racionales a sus modelos oportunistas (Alesina et. Al. 1999)
La diferencia entre ambos enfoques “tradicional” y racional” respectivamente, radica en que el primero, supone que los gobernantes explotan su habilidad para influenciar y predecir los resultados macroeconómicos. En tanto que el segundo, enfatiza en los límites que tienen los gobernantes para manipular permanentemente y predeciblemente el estado de la economía (Alesina et. Al. 1999).
Pero ¿Que son los ciclos políticos económicos? Los ciclos políticos económicos parten del hecho de que el estado de la economía antes de las elecciones influye en el ánimo de los votantes. Es decir, si la economía se encuentra bien, los votantes tenderán a premiar en las urnas al partido en el poder, pero, si la economía se encuentra mal, tenderán a castigarlo.
El estado de la economía influye en las probabilidades de victoria del partido en el poder. Si esto es así y los gobernantes lo saben, tienen un incentivo para mejorar, aun en forma artificial y transitoria, las condiciones económicas en el periodo anterior a las elecciones, para de esta manera influir sobre la percepción de los votantes y aumentar las probabilidades de victoria en los comicios.
Como mencionamos anteriormente surgen en dos etapas la oportunista y la partidista. La conducta “oportunista” de los gobiernos, es que los gobiernos utilizaran los diversos instrumentos que tienen a su disposición para mejorar (o intentar mejorar) las condiciones de la economía en los meses finales de su administración, lo cual produce desequilibrios que se tienen que ajustar por el régimen entrante. Suponiendo que los políticos no tienen preferencias propias, simplemente permanecer en el poder.
La conducta “partidista o ideológica” de los gobiernos enfatiza que los gobiernos de diferentes ideologías tienen distintas preferencias en materia de política económica. Es decir, los políticos de izquierda prefieren una economía con altas tasas de crecimiento y bajo desempleo, aunque esto signifique altas tasas de inflación y de interés. En cambio, los regímenes derechistas tienen un enfoque más conservador en materia económica, prefiriendo la estabilidad de la economía, entendida como bajos niveles de inflación y tasas de interés, aunque esto signifique bajas tasas de crecimiento alto desempleo. (Alesina, 1999). Recordemos que con la incorporación de las expectativas racionales, se enfatizó el grado en que un público racional limita los alcances en los que los políticos pueden influir en la economía.
Las Modificaciones fueron el cambio de unidad de análisis: se abandonó el uso de las llamadas variables resultados (outcome): inflación, el crecimiento del PIB y el desempleo, y se recurrió a las llamadas variables instrumento, como serían las herramientas de política monetaria (masa monetaria y tasas de interés), política fiscal (impuestos y gasto público) y política cambiaría (régimen cambiario y tipo de cambio real).
En un segundo post explicare mas a detalle como actúan los ciclos políticos en las variables instrumento y explicar como la industria debe de tomar mas en cuenta este tipo información para su planificación anual y semestral.