Por jóvenes emprendiendo para trascender.

Desde el sector económico hemos visualizado el potencial que existe dentro de las aulas universitarias, en las que se desarrollan los jóvenes que darán sentido al futuro de México. De igual forma, hemos detectado problemáticas en diversos ámbitos de su vida profesional, por lo que consideramos prioritario solventar estos rezagos para dar puntual atención a este sector de la sociedad.

En la actualidad, el desempleo en los jóvenes es una problemática que debe ser resuelta, ya que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, del primer trimestre de 2020 al tercer trimestre de 2021, creció 38.6% el desempleo entre los jóvenes mexiquenses de 20 a 34 años con estudios de educación media superior y superior.

En el primer trimestre de 2020 había 107 mil 800 jóvenes desempleados dentro de este rango de edad y con la preparación académica señalada, un año después, la cifra de estos jóvenes desempleados se incrementó en 41 mil 652, pues al cerrar el tercer trimestre de 2021 había 149 mil 452 desempleados.

Son cifras sobre las que debemos de trabajar y dar respuesta puntual, más aún cuando poco más del 50% de los empleos generados, incluso a raíz de la reactivación económica por la pandemia, caen en un estado de informalidad. De los 31 millones de personas en el país que se encuentran realizando actividades en este rubro, el 40% son jóvenes.

Pese al escenario que tenemos frente a nosotros, los jóvenes se han adaptado a los cambios, ya que de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más del 40% de los universitarios planea tener su propio negocio 5 años después de graduarse. Lo que representa un esfuerzo importante para atender los rezagos que en materia de empleabilidad y emprendimiento tenemos.

Desde el sector económico vemos como un tema esencial generar una cultura de emprendimiento, es decir, crear unidades económicas que operen bajo la estructura de una empresa, que contribuyan con la creación de empleos y con relaciones a largo plazo, dejando de lado la generación de negocios con una transacción única y que no beneficie de manera positiva a la economía.

Esta nueva cultura de emprendimiento debe venir acompañada de un amplio esquema de capacitación, con una clara formación de jóvenes que comprendan lo que representa el emprendimiento y la apertura de empresas. En otras palabras, formar jóvenes que conozcan lo que es hacer empresas, los retos y los beneficios que esto conlleva.

Como sector económico, debemos de apostar por las nuevas empresas, establecer relaciones económicas y de consumo con negocios liderados por jóvenes, ya que con estas acciones estaremos atendiendo el bono demográfico que México tiene.

Con base en la información proporcionada por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) en la “Radiografía del Emprendimiento en México 2020” el perfil del emprendedor en México, es principalmente promovido por jóvenes de entre 26 y 35 años (35 por ciento), seguidos de adultos entre 35 y 45 años (31 por ciento).

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