¿Por qué es tan difícil terminar lo que empezamos?

¿Por qué es tan difícil terminar lo que empezamos?

…Hoy no, pero mañana SEGURO que lo hago…

Por lo general cuando nos ponemos un propósito personal, empezamos muy ilusionados, pero al cabo de unos días nuestra mente involuntariamente crea pensamientos para desistir o dejarlo para mañana, pasando así muchos días hasta que se vuelve en un pensamiento de culpa o de fracaso.

Pero cuando los expertos analizan las razones a este tipo de comportamientos llegan a varias conclusiones. El terminar las cosas es un hábito, tan parecido al bañarse, lavarse los dientes o tomarse un medicamente importante para nuestra salud diaria. En todos los casos requiere disciplina, conciencia y voluntad interior.

Es muy importante dejar de pensar que se debe disfrutar todo el tiempo de la actividad, ya que siempre hay partes duras y otras que cuestan mucho trabajo hacer por desconocimiento o por lo que ellas implican, y entenderlo será una de las claves para lograr interiorizarlo. En el plano laboral es una lección muy importante y más para las nuevas generaciones que tienen una orientación a buscar oficios como independientes bajo la premisa que ser su propio jefe es la situación ideal para su vida laboral.

En este aspecto hay conceptos a destacar como el de la coach española Aida Baida: “la diferencia entre un aficionado y un profesional es que el profesional acaba las cosas cueste lo que cueste”. Pero lo cierto es que vivimos en un mundo de distracciones, en el que debemos aprender a ser disciplinados como cuando tenemos una entrega obligatoria de un proyecto en nuestra compañía que, de no entregarlo, podríamos perder el empleo.

También es clave acostumbrarnos a terminar una tarea, antes de iniciar la otra, y una manera efectiva de lograrlo es listar antes de empezar todas las tareas entre urgentes e importantes según su priorización de entrega y en lo posible no pasar a la siguiente si no terminamos, ya que pueden quedar todas empezadas con un gran sentimiento de fracaso. Aquí tomaría en cuenta una frase de otra coach Maure Leon: “Si quieres ser responsable, mantén las promesas que le haces a los demás, si quieres tener éxito acaba las cosas que te prometes a ti mismo.”

Lo cierto es que muchos de nosotros vamos por la vida con una gran variedad de tareas sin hacer, grandes y pequeñas, importantes o cotidianas. Leyendo sobre el tema encontré que hay estadísticas muy llamativas como que el 60% de las personas que pagan una mensualidad en un gimnasio, nunca van. En las dietas encontré un estudio de la universidad Vasco de Quiroga en México, que el 87% de los pacientes que empiezan una dieta por motivos de obesidad, abandona su régimen en la primera cuarta parte del tiempo de su tratamiento y de ese universo solo el 58% logra terminar. 

Casi todos los artículos sobre este tema mencionan que a la mayoría de los seres humanos nos gusta lo nuevo demasiado, ya sea porque está de moda, o por estar influenciados por una necesidad de pertenencia o participación a grupos sociales, sin embargo, esa no debe ser la razón de iniciar algo, lo importante en cualquier actividad es aferrarnos a algo y volvernos expertos; eso nos da control, disciplina y beneficio personal.

Lo curioso es que todas las lecturas que realicé empezaron por una simple frase: “La procrastinación es como usar una tarjeta de crédito, mucha diversión hasta que llega el recibo de pago” de Christopher Parker. La palabra procrastinar, llamó mi atención cuando vi su significado.

La palabra procrastinar proviene del latín cras que significa mañana o adelante. Y es precisamente la lógica que tenemos cuando posponemos y dejamos para luego las cosas, formando un círculo vicioso entre ansiedad y culpa que genera más ansiedad. Las consecuencias a este comportamiento son terribles ya que puedes ganar una mala reputación con los compañeros de trabajo, amigos y familia, pérdida de tu ambición de tener éxito o lograr metas importantes, logrando amenazar tu bienestar si se trata de una tarea relacionada con la salud como hacer ejercicio y sin mencionar que procrastinar puede afectar tu autoestima y estado de ánimo.

Tener conciencia de esta situación tendrá beneficios en todos los aspectos de nuestra vida, te dará la posibilidad de tener éxito logrando metas y por ende una autosatisfacción que trae el logro. Nunca olvides «Tú podrás retrasarte, pero el tiempo no lo hará». – Benjamín Franklin.

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