En muchas de las reuniones que he tenido con empresarios de pequeñas y medianas empresas, surge una pregunta común: ¿Por qué seguimos costeando y cotizando manualmente? En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, sorprende que muchas empresas aún utilicen hojas de papel o Excel para realizar estos procesos clave. Sin embargo, las consecuencias de este enfoque manual son serias: falta de precisión, ineficiencia, toma de decisiones basadas en suposiciones, y limitaciones en la escalabilidad del negocio.
Entonces, ¿por qué continúan haciéndolo?
- Comodidad en lo conocido: Muchos empresarios se sienten cómodos con lo que han estado haciendo durante años. Hacer cálculos en hojas de papel o Excel es una rutina que conocen bien.
- Percepción de alto costo: Existe la creencia de que los softwares especializados en costos son costosos, no solo en cuanto a la adquisición inicial, sino también en el mantenimiento a largo plazo. Prefieren evitar lo que consideran un gasto innecesario, sin tener en cuenta el costo oculto de los errores y la falta de optimización.
- Desconocimiento de los beneficios: En muchas ocasiones, estos empresarios no conocen los grandes beneficios que una plataforma especializada puede brindar: precisión milimétrica, automatización de cálculos, ahorros de tiempo considerables y la capacidad de generar informes detallados.
- Miedo al cambio y a la complejidad: La resistencia al cambio es natural, especialmente en organizaciones con una larga trayectoria en métodos tradicionales. La percepción de que la transición será caótica y difícil desmotiva a muchos empresarios, sin embargo dar el salto hacia una solución digital les ahorrara muchos problemas.
- Percepción de que “su método es suficiente”: Los empresarios suelen pensar que sus hojas de cálculo personalizadas o sus cálculos manuales ya les proporcionan lo necesario para sus procesos únicos. Este es un error debido a que no cuentan con herramientas avanzadas para aumentar las ventas, evitar los errores y ahorrar tiempo.
- Creencia de que “su negocio no lo necesita”: Algunos empresarios piensan que sus operaciones son demasiado simples para justificar una solución más avanzada. Creen que sus procesos pueden manejarse eficientemente con las herramientas básicas que ya tienen.
- Entender la competitividad y las decisiones estratégicas: Para mejorar la rentabilidad, los empresarios con un software especializado les permite no solo ahorrar tiempo, sino también tomar decisiones informadas y estratégicas basadas en datos reales y no en percepciones. La automatización de cálculos y la precisión en los datos generan un impacto directo en la competitividad.
- Romper el mito del costo elevado: Muchos empresarios aún ven el software como un gasto innecesario, cuando en realidad la mayor pérdida proviene de los errores y la ineficiencia de los métodos manuales. Hoy en día, existen soluciones asequibles que no solo se ajustan a diferentes presupuestos, sino que también multiplican los beneficios al optimizar costos y aumentar la rentabilidad.
- Apoyo técnico y formación personalizada: La capacitación y el soporte técnico son esenciales. Los softwares viene acompañados de un equipo que ayuda a que el proceso sea sencillo y sin complicaciones.
- Demostrar el retorno de la inversión: Si un software especializado puede aumentar la rentabilidad de los productos solo un 1%, las ganancias superarán con creces el costo de la herramienta. El empresario deben ver el software como una inversión estratégica que optimizará el rendimiento de su negocio.
- Automatización y simplicidad: Las soluciones de software ahorran tiempo y esfuerzo, facilitan la actualización de los costos, la generación de informes y la creación de estrategias de precios, todo de forma intuitiva, como un activo invaluable.
- Personalización sin complejidad: Los empresarios temen que un software sea rígido y no se adapte a sus necesidades específicas. Sin embargo, la tecnología actual permite una personalización sencilla sin necesidad de pasar por una curva de aprendizaje abrumadora.
Dejar atrás el costeo manual es necesario. Se trata de ahorrar tiempo, evitar errores, incrementar la rentabilidad y tomar decisiones estratégicas. Con las soluciones asequibles y fáciles de usar que existen hoy, la transición ya no es una barrera, sino una oportunidad para llevar su la fábrica a competir con los grandes.