¿POR QUÉ MOTIVO NO CONTRATAS A GENTE QUE SABE MÁS QUE TÚ?

Se supone que lo debe prevalecer cuando seleccionamos a una persona es su talento y todo lo demás debe quedar fuera en un tercer plano. Lo único de todas las personas que se presentan a una vacante ¿contratamos siempre a la más adecuada y preparada?

El área de gestión de talento o recursos humanos es la que se suele encargar del proceso de selección, aunque lo normal es que, en las fases del proceso, es decir, en las entrevistas, pruebas técnicas y competenciales y otras pruebas situacionales, participe el responsable o técnicos/as del departamento o área para el que es la vacante. El área de gestión del talento se ocupa más de ese encaje general con los valores corporativos y de comprobar que cumplen esas personas los requerimientos objetivos necesarios para desempeñar ese puesto con garantías reales.

Normalmente para una posición en la que necesitas a una persona se suele elegir entre un elenco de 3 a 5 candidatos/as en ocasiones puede ser alguno más o menos. Desde el área de RR.HH. se pasa un informe sobre cada persona con los pros y contras de la candidatura de cada uno de ellos o ellas, indicando su encaje global en la empresa y en el área. Incluso se marca una priorización del que encaja más y menos, con justificaciones objetivas, basadas en las diferentes pruebas y entrevistas.

Lo único es que el jefe o jefa de ese departamento no tiene por qué elegir siempre a la persona más adecuada de los que han llegado a la fase final. En ocasiones algún candidato o candidata también puede rechazar la oferta final.

En mi experiencia profesional he visualizado departamentos muy descompensados a nivel del perfil de personas que ocupan un rol similar, es decir, todos dominan las mismas materias o especialidades y son de la misma forma de ser. Esto es bueno y muy malo a la vez. Suelen existir tareas, materias o disciplinas prioritarias para ese departamento que nadie conoce o domina, quedándose descuidadas, hasta que generan problemas. Esto se debería de tener en cuenta a la hora de elegir a la nueva persona que se incorpora para ver el encaje real, buscando ese equilibrio.

Muchos proyectos emprendedores han fracasado antes de empezar o nada más lanzarse, porque las personas que los crean tienen el mismo perfil, es decir, tienen las mismas carencias, por ejemplo, no saben vender, ni maquetar, ni programar (pueden aprender, aunque necesitan un largo periodo), haciendo esto hace bastante inviable su supervivencia, en ésos comienzos es poco realista poder contratar todos esos servicios. Va bien que los perfiles de los creadores o creadoras del proyecto sean diversos, para complementarse y apoyarse.

Cuando un responsable tiene que elegir a una nueva persona para su equipo muchas veces le entran los miedos descarta a personas con talento debido a que:

• Saben más que él o ella en determinadas materias.
• Tienes aspiraciones de progresar o prosperar.
• Son personas reconocidas por sus publicaciones, proyectos o logros profesionales.
• Tiene una forma de ser totalmente diferente a su responsable.
• Son personas con iniciativa, independencia y muy resolutivas

Un responsable tiene que pensar a la hora de elegir a la nueva persona que se va a incorporar a su equipo, en los intereses de la empresa y del departamento, dejando a un lado sus intereses particulares.

Un responsable debería plantearse estas cuestiones a la hora de elegir a la nueva persona de su equipo:

• ¿Qué conocimientos y competencias nuevas aporta?
• ¿Qué se le da mejor que a ti y al resto de personas del equipo?
• ¿Qué puede ayudar a solucionar de otra forma?
• ¿En qué es especialista?
• ¿Qué aporta nuevo?
• ¿Cuál es su forma de ser o personalidad?
• ¿Cómo encaja con el resto de personas del equipo?
• ¿Pondrá en duda alguna de tus decisiones si la considera errónea?
• ¿Qué experiencias profesionales diversas tiene? A veces que venga de otro sector diferente puede enriquecer y dar otro enfoque.
• ¿Mirará por el avance del equipo?

En más de una ocasión he presenciado como el responsable elige a una persona que sabe mucho menos que él o ella, que es sumisa y siempre le dará la razón, que no le hará sombra y que le costará integrarse en el equipo, porque su rol es similar al resto, es decir no aportará nada nuevo ni complementario. Al final una persona que gestiona equipos no puede pretender saber de todo y el que más de todas las materias que se gestionan, siempre tendrás gente que sepa más que tú. La clave es saber gestionar el conocimiento diverso y rico de ese equipo, para conseguir cumplir los objetivos del área o departamento.

Tomar este tipo de decisiones por los miedos del responsable de ese departamento va en detrimento de la empresa y de su progresión global. La empresa deja de ser competitiva, porque se rige esa área por los designios de una sola persona, que siempre quiere tener la razón y nadie que le haga la sombra. Una persona que ocupa el rol de responsable, también se equivoca y en ocasiones no tiene razón. Un buen responsable debe saber reconocer cuando otras personas tienen razón o plantean mejores ideas que él o ella.

La clave a la hora de seleccionar a una persona al equipo que cumple los requerimientos y las competencias necesarias, es también que sepa en algunas cosas mucho más que el jefe o la jefa y el resto de personas del equipo. Esto enriquece al equipo, para que se complementen y ayuden unos a otros.

Tenemos que sacar partido al potencial de la nueva persona del equipo, aprovechando esas conocimientos o materias en las que es especialista. En ocasiones a gente con talento en un área concreta, se le mandan otro tipo de cometidos, que los puede hacer él u otra persona, haciendo que su principal valor no sea aprovechado en esa empresa.

El seleccionar a personas que no harán sombra al responsable de un equipo, hace que en la empresa se instale y globalice la mediocridad, es decir, tienes a personas que hacen las tareas sin más. No se paran a pensar este tipo de personas qué opciones son las mejores, no rebaten las decisiones que consideran equivocadas, no intentan aprender nuevas cosas, no adquieren otros conocimientos, no aprecian los retos, no tienen inquietudes de desarrollarse profesionalmente. Simplemente quieren un trabajo que les permita vivir. Se puede tener personas de este tipo en las organizaciones, aunque no todo el mundo que integra una empresa, puede ser así. Esto hará que la empresa acabe desapareciendo por falta de visión, de crecimiento y de mejora.

¿Por qué motivo no contratas a gente que sabe más que tú?