¿Por qué seguimos sufriendo inundaciones en el sur de Alicante?

Aprovechando estos últimos acontecimientos en la zona del sur de Alicante quiero lanzar una reflexión en Linkedin.

Últimamente estamos oyendo demasiado los términos “inundación”, “catástrofe natural”, “cambio climático” y un largo etc. y nada más lejos de la realidad.

He encontrado en instagram dos ilustraciones (os las comparto abajo) que, en mi opinión, plasman a la perfección parte del problema. 

Todos sabemos cómo funcionan los ríos. No se trata de algo estático. Es algo que varía, va cambiando. Es un ecosistema, un ecosistema vivo además. El río no es solo el agua que baja normalmente de montañas para acabar desembocando en el mar. NO. Es mucho más que eso, son todos los organismos vivos que lo componen, tanto flora como fauna, son los materiales, los suelos, son las relaciones que se establecen entre todos ellos, entre cada uno de los elementos que constituyen este sistema. 

Y ahí va, lo que muchos parecen no saber todavía: todas estas partes desempeñan una importante función dentro de este ecosistema. La vegetación, por ejemplo, provee de oxígeno al ecosistema a la vez que fijan dióxido de carbono, aporta nutrientes a otros organismos (animales, otras plantas, hongos, etc.), sirve de cobijo a muchísimas especies, además, realiza una función importantísima en el suelo. Fija el suelo mediante sus raíces (impide que haya corrimientos de tierras), aporta nutrientes a organismos subterráneos, absorbe el agua evitando inundaciones, la filtra impidiendo contaminación en las aguas que acaban en los acuíferos y por ende, luego consumimos.

Por lo tanto, cualquier modificación artificial que se haga de una cuenca hidrográfica va a tener sus consecuencias. No podemos talar los árboles y pretender que el ecosistema continúe funcionando igual. Del mismo modo que es impensable creer que si construimos en una zona de inundación (aunque no siempre esté inundada), no vas a tener este tipo de consecuencias. 

El río, como hemos dicho arriba se transforma y tiene, de forma totalmente natural, crecidas, modificaciones en su curso, etc. y es algo que tenemos que empezar a aceptar y respetar. Otra cosa, también a tener en cuenta, es que estas variaciones sean cada vez más severas por el dichoso cambio climático. Porque amigos, sí, el cambio climático existe y el cambio climático influye. Y las condiciones de sobre calentamiento de nuestro querido mar Mediterráneo y el deshielo de los polos… afecta también. Y es que, el planeta entero es un sistema en el que todo está conectado y nos incumbe a todos.

Hoy, hablamos de este como uno de los episodios más catastróficos de la historia del río Segura pero, y a las pruebas me remito: (ver aquí)  ha habido catástrofes más notorias en cuanto a pérdidas económicas y humanas a lo largo de la historia de la civilización en torno al río Segura. Y seguirá habiendo hasta que no aprendamos las importantes consecuencias de modificar el ecosistema. Sea cual sea. 

Además parece surrealista que encima no exista un plan (en condiciones) de emergencia en caso de inundaciones, cada año vuelve a pasar y cada año sigue pillándonos desprevenidos. No lo entiendo. 

Todo esto me lleva a pensar en la falta que hace y cada vez más la educación ambiental, no solo en los colegios, que también, pero en los ayuntamientos, en los organismos públicos. Me parece inconcebible que no sea el medio ambiente la principal preocupación de los políticos y no es que no sea el principal es que muchos siguen permitiendo este tipo de catástrofes y pensando estupideces como que el cambio climático no existe. 

Para muchos de ellos llega el momento de reflexión, de buscar soluciones y formar parte del cambio que tanto necesitamos, porque señores, necesitamos no es una opción. Creo que no he dicho nada que no se sepa, las condiciones son las que son y tenemos que actuar en consecuencia. Existen profesionales muy capaces de gestionar este tipo de sucesos, de establecer medidas de protección y prevención, de realizar planes de emergencias en condiciones… Solo falta un pequeño cambio de mentalidad.