¿Porqué necesito un seguro de vida?
Hola amigo mío:
Estamos a las puertas del verano, y es un momento bueno para hacer un alto en el camino y plantearte algunas cuestiones:
¿Es para mí el seguro de vida?
A la hora de afrontar sucesos, que, si bien no esperamos que sucedan, sabemos que nos pueden pasar; nuestro primer criterio de discernimiento, es utilizar nuestra capacidad de previsión.
En un lenguaje que entiende todo español, el seguro de vida es una actualización del refrán: “Dios Proveerá”. Los que tenemos personas a nuestro cargo, tenemos la obligación moral de proveer para su presente y para su futuro.
Contar con una compañía sólida, que responda ante cualquier siniestro asegurado, supone asumir nuestra responsabilidad frente a aquellos a los que estamos obligados.
¿Qué garantiza el seguro de vida?
El seguro de vida es muy sencillo: Si eres tú la persona asegurada, falleces y tu cónyuge y tus hijos (o los beneficiarios que tú designes) perciben el capital que hayas contratado.
Si designas los beneficiarios con nombre y apellidos, éstos pueden percibir la prestación, antes incluso de realizar la testamentaría. Con todas las gestiones y papeleos que acarrea un fallecimiento, creo que sabes de qué te hablo, esto aporta una agilidad muy considerable a la hora de facilitar los trámites.
Hay más aún, si sigues leyendo te lo cuento…
¿Qué cantidad contratar?
Aquella con la que tú te sientas a gusto y sea suficiente para garantizar que tu familia puede afrontar una nueva situación, menos favorable, con los menores contratiempos posibles… “Las penas con pan son menos”.
En general, la convención es contratar 4 o 5 años de sueldo bruto, o sea compensar la aportación que realizas a la economía familiar, durante este período; con lo que garantizas que:
- Tu familia no necesita cambiar su nivel de vida: Pueden continuar veraneando, yendo al mismo club que antes y mantener buena parte de los gastos en los que incurrían en su vida anterior.
- Tus hijos siguen con su plan de estudios, manteniendo la opción de estudiar en el mismo colegio o universidad, sus actividades, aficiones...
- No tienes incurrir en coste de liquidez (puedes mantener invertido tu patrimonio y no hay que realizar ventas precipitadas de negocios, casas o valores… para hacer frente a los gastos extraordinarios y a los ordinarios, ya que no sigues aportando tu sueldo a la economía familiar).
Una de las tareas más bonitas de toda asesoría patrimonial, es ayudarte a determinar cómo asegurar el futuro de tu familia, ante cualquier eventualidad.
¿Qué otras opciones de cobertura puedo contratar?
- También tienes la opción de contratar la cobertura por incapacidad; situación en la que, no sólo dejas de aportar dinero, sino que además se convierte en una carga financiera. Hay infinidad de gastos adicionales que afrontar: acondicionar la vivienda, tratamientos, cuidados extraordinarios... y conviene estar prevenido.
- Las cantidades a percibir como prestación, en el caso de producirse el fallecimiento o la incapacidad, pueden verse duplicadas, si la causa fuera un accidente.
- En el caso de que la causa de la muerte o invalidez, fuera un accidente de circulación, la cantidad a percibir puede multiplicarse por tres. El "accidente de circulación" tiene una acepción amplia: incluye moto, coche, tren, ferry, avión, autobús… en general todo transporte público reglado.
Si viajas a menudo, en especial en coche, es muy buena opción tener contratada esta cobertura.
- Otra cobertura opcional importante es la de graves enfermedades, con la que se pueden llegar a cobrar dos prestaciones distintas: la prestación por enfermedad y la prestación por vida.
Asesoría
Lo que más me gusta de mi trabajo, es que me da pie a conocer tus necesidades y, de paso, me ha ayudado a identificar mucho mejor las mías. Es muy bueno pararse a pensar acerca de tu vida, tus finanzas, tus proyectos… ¿cómo financiarlos?, ¿qué pasaría si ocurrieran sucesos como una enfermedad, una invalidez? Lo hacemos poco, porque nos come el día a día.
Tensión entre el “óptimo” y “lo que puedo permitirme”
Por supuesto, al final existe la tensión entre “lo que puedo permitirme aportar” y el óptimo a garantizar. Renunciamos a menudo a tener una protección óptima, no nos planteamos dedicar parte de nuestro recursos a asegurar ciertas eventualidades, que pensamos que nunca nos van a suceder a nosotros. Esta actitud no está justificada, porque el gasto del seguro, además de compensar sobradamente en el caso de suceder algo grave, convierte en controlable un riesgo que está de por sí ajeno a nuestro control.
Contratamos sin dudarlo un seguro a todo riesgo, para nuestro flamante coche nuevo, pero dudamos si debemos de asegurar el futuro de aquellos que dependen directamente de nosotros...
Al final, una buena asesoría, nos procura las herramientas para distinguir lo importante de lo accesorio, y cómo podemos asegurar el nivel de vida que queremos tener, ahora y en el futuro.
No dudes en hablar conmigo, puedo ayudarte
mailto: fcojavier.narvaez@exclusiv.axa.es
Teléfono: 673 845 530
Asistente personal del Rector
8 añosEfectivamente...¡Gracias Javier!
Profesional con más de 40 años de experiencia. Recientemente jubilado, aunque sigo ejerciendo como coach
8 añosMe parece muy interesante, da un poco de luz en un país en el que todavía no estamos muy interesados en asegurar contingencias, aunque esto sea un síntoma de cultura y de previsión. Poco a poco se va haciendo el camino.....
Socio fundador en NK5 Partners, S.L.
8 añosFenómeno, muy claro.
Asesor Financiero y Especialista en Seguros en Axa Exclusiv.
8 añosMuy buena exposición.