Porque Los Periodistas No Saben Vender
Hay algunos buenos blogs de marketing online. Pero la gran mayoría te causan apendicitis aguda"
Hay una pareja. Ella es periodista y él hace algo más importante. Deciden montar una revista gratuita de ocio e ganar dinero con la publicidad.
ELLA
Cristina, la novia, será la editora.
En su mesa hay un iMac que usa para diseñar, planificar los contenidos y manejar los puntos de distribución.
También usa el iMac para buscar becarios y para estar en las redes sociales. Cristina no se quiere matar redactando cuando hay gente que escribe gratis solo para poder ponerlo en su currículo.
Como la revista empieza a ir bien, Cristina tiene una vida bonita.
Los restaurantes y los hoteles la invitan para que vaya a toda clase de eventos e inauguraciones.
Hace cuatro fotos, escribe una reseña, pone algún tuit y se mete una buena comida en un restaurante de lujo.
A Cristina, cuando va a un restaurante no la tratan como a un cliente normal y corriente.
¿Qué te has creído?
La tratan mucho mejor.
El dueño viene para hacerle la pelota.
El cocinero sale para saludarla.
Su copa de vino nunca está vacía.
No pide menú. Si le apetece inventarse un plato raro, se lo inventa y se lo preparan.
Si quiere tomar un gin-tonic, le hacen uno de Hendricks y no de Larios.
Obviamente no paga, porque Cristina es prensa.
Como todo el mundo quiere ver su jeto en una revista, Cristina no lo tiene muy difícil para quedar con gente que no conoce cualquier día de la semana.
Incluso puede permitirse hacerse la interesante y seleccionar con quién quiere quedar.
Candidatos, tiene de sobra.
La gente le intenta vender ideas sobre reportajes para hacer artículos. El problema más grande de Cristina es filtrar la gente que le aburre de la gente que le interesa.
Como es una persona guay, no siempre es fácil ponerse en contacto con ella. Si consigues hablar con ella, más vale que tengas muy claro qué vas a decir.
Si no, te va a despachar rápido.
ÉL
Su pareja, Juan, tiene otro rol en la revista gratuita.