Preparada para volver de la baja maternal

Aprovecho que mi bebé de ocho meses está tranquilamente jugando para ponerme a escribir este post y, por supuesto, en el momento en que empiezo a teclear, todo cambia y la pequeña se pone a llorar.

Dentro de 4 días vuelvo al trabajo. Cambio las risas y llantos, los juegos y los cambios de pañales, por madrugar, hablar con adultos y, en fin, un trabajo que me encanta con sus más y sus menos, aunque haya encontrado un fuerte competidor en el trabajo que estoy realizando ahora.

¿Me siento preparada para separarme de ella durante una gran parte del día? No. Pero, claro, si espero a estar preparada, mi hija no irá al colegio hasta que cumpla 35 años y eso puede ser perjudicial para su desarrollo. Dicen.

¿Me siento preparada para volver al trabajo? Pues lo cierto es que sí. En estos 10 meses fuera de la oficina me he mantenido lo suficientemente al día para no temer la "vuelta al cole", pero sin llegar a sentir que estaba trabajando durante mi baja maternal.

Por un lado, tengo la suerte de que mi pareja trabaja en la misma empresa, y de que muchos de mis compañeros son también buenos amigos, por lo que he visitado la oficina a menudo, he quedado con ellos para comer o tomar un café, y me han actualizado con las últimas novedades. Supongo que mezclar conversaciones de trabajo y placer puede ser un problema si se abusa de ello, pero en la justa medida me parece algo muy sano: puedes convertir cotilleos y chascarrillos en un intercambio de información real, y de esas conversaciones pueden surgir nuevas ideas, al estar en un ambiente agradable y sin presiones.

Antes de irme de baja, tuve una conversación con mi mánager en la que me preguntó cómo y cuán informada quería estar... lo cierto es que, al ser mi primera vez, no sabía cómo iba a ser mi vida en casa y no tenía muy claro qué elegir, pero creo que conseguimos un buen equilibrio entre informarme de cosas importantes y no agobiarme con información superflua.

Por otra parte, he estado leyendo emails del trabajo. Muchas personas me recomendaron que no lo hiciera, pero mi obsesión por no tener notificaciones sin leer me obligó a ello y, a decir verdad, no me arrepiento ni un poco. En la actualidad, y en puestos de trabajo como el mío, un día normal puedo recibir entre 20 y 30 emails, aún sabiendo la mayor parte de mis contactos que estoy de baja. Si lo multiplicamos por 10 meses de baja maternal, no leer los correos hasta mi vuelta al trabajo puede suponer cientos de horas perdidas a la vuelta leyendo cosas que pueden haberse quedado obsoletas, robando así un tiempo esencial a mi re-formación. Así que, cada vez que he recibido un nuevo email, lo he revisado mínimamente para ver si era algo que me pudiera interesar o no. En caso negativo, lo borraba. En caso afirmativo, si me parecía algo importante para el presente lo leía (y actuaba si era necesario), y si era algo que pudiera ser relevante cuando volviera a trabajar, lo archivaba. Al hacerlo al momento, no me resultó nunca una tarea tediosa.

También, en los breves momentos que mi bebé me lo permitía, he estado viendo cursos en nuestra plataforma (por si me lees y no lo sabes, trabajo para LinkedIn Learning). Esto me ha ayudado a seguir aprendiendo y mantenerme activa intelectualmente, pero también a ver los nuevos cursos que mis compañeros y nuestros excelentes autores han estado produciendo, ver cómo ha evolucionado la producción y las mejoras que ha habido.

Así que el lunes vuelvo a la oficina, con mucha ilusión y ganas, y con mucho miedo a tener que estar sin mi pequeñita, pero convencida de que estoy todo lo preparada que puedo estar para afrontar la nueva etapa. Y tú, ¿cómo te preparaste para regresar de la baja maternal?