Presencialidad: De lo absurdo a lo necesario.

Presencialidad: De lo absurdo a lo necesario.

A veces el mundo se sacude de golpe y en la sacudida las estructuras se tambalean y todo lo obsoleto y lo injusto queda a la vista. En los últimos dos años hemos comprobado, a la fuerza, que las personas son perfectamente capaces de desempeñar su trabajo desde la responsabilidad individual y la autogestión. Y que la verdadera función del liderazgo es la de crear los espacios mentales y motivacionales para que esto suceda.

Cuando tratamos a las personas como personas adultas capaces, responsables y diligentes entendemos que nuestra función como líderes es la de crear los espacios físicos, mentales y emocionales para que desarrollen su potencial hacia el bien común de la organización. 

Esto es transformador, porque cuando las personas se empoderan y es su trabajo el que habla de sus resultados, y no las evaluaciones ajenas, la meritocracia aumenta. Y aumentan también la eficiencia y la conciliación y de pronto, lo único que echamos de menos de verdad es la colaboración presencial que nos pide a gritos nuestra esencia humana.

Estamos diseñados para conectar, empatizar y colaborar con otras personas. Durante cientos de miles de años ha sido tan crucial para nuestra supervivencia que nuestro cerebro sufre, literalmente, en situaciones de aislamiento.

Necesitamos estar con otras personas, crear, criar, construir y cuidar cosas en compañía. Compartir ideas, historias, información y emociones. Reírnos, negociar, perder, ganar, competir y ayudarnos.

La conexión con otras personas crea estados biológicos desde los que nuestro organismo se regenera y nuestro cerebro funciona mejor. Desde el disfrute y la colaboración accedemos mejor a las capacidades cognitivas más elevadas y aportamos más valor. Y nuestros resultados se multiplican.

Por eso, la presencialidad forzosa es absurda. Pero la colaboración presencial es necesaria.

¿En qué proporción? No existe una fórmula mágica. Lo que existe es una premisa básica: La soledad rompe nuestro bienestar físico, mental y emocional. La conexión potencia lo que somos y detona nuestra motivación

Evolucionamos hacia un modelo necesario. Un modelo en el que, cuando la naturaleza del trabajo lo permite, los espacios físicos son tan flexibles como la organización del trabajo.

Espacios para conectar, para compartir y para co-crear sin límites. Espacios fluidos que en vez de sujetar, sostienen y acompañan.

Modelos de workspace como el de Colonial y Utopicus combinan el concepto corporativo de oficina con espacios flexibles y se convierten en una opción muy viable para la creación de modelos de trabajo adecuados a los nuevos tiempos.

El cambio genera incomodidad. Pero esta incomodidad es necesaria. Porque es precisamente cuando la estabilidad se disuelve cuando nuestro potencial se desarrolla y nuestras oportunidades crecen.


Este artículo es una colaboración. Mis palabras están completamente alineadas con mi visión, mi opinión y mis creencias.

Fernando Puerto

Coach Ejecutivo | Especialista en Desarrollo Negocio B2B | Consultoría ¿Te gustaría trabajar tus objetivos o retos y subir el nivel? Con el COACHING lo puedes LOGRAR!!!

2 años

Totalmente! Izanami Martinez Me gusta este post! Aquí la presencialidad, a mi juicio solo la debería marcar la necesidad imperiosa. Cuando el cliente así lo requiera (son los verdaderos jefes). Y por supuesto también cuando así lo decidamos los seres humanos. Siguiendo estas reglas todo estaría bastante en orden. En estos espacios como los que citas, la vida laboral presencial se hace mucho más agradable. No obstante existen muchos que no tendrán la suerte de estar en ambientes similares, por desgracia.

Javier Perlado Useros

Ldo. en Farmacia | Especialista en Maketing Farmacéutico | Formacióny Ventas |

2 años

Muy de acuerdo. La presencialidad obligatoria cuando no es esencial para el puesto es un absurdo por inmunerables razones mucha veces ya expuestas y demostradas a lo largo de estos 2 años. Ahora bien, un mínimo de presencialidad para equipos multidisciplinares o departamentos transversales, creo que es igualmente necesario

Javier Francisco Flores Montes

Consultor y Asesor de Personas/Empresas/Emprendedores

2 años

Muy buena reflexión, somos seres sociales pero bajo mi experiencia he podido tener presencialidad en la virtualidad, me explico mejor, el poder conectarme con tantas personas desde donde estoy y compartir experiencias he podido conectar y a la vez tener esa cercanía que incluso la presencialidad no me la da, el poder ver los ojos, gestos, tono de voz entre otras aspectos, desde la cámara, hace que lo virtual también me alimente, me conecte, definitivamente para otros el poder estar físicamente presentes les sea mejor, pero lo que más me agrada de la virtualidad es que ya no es tan importante el tiempo y espacio, un abrazo y muy buen fin de semana.

El teletrabajo presencial no tiene sentido. Para según qué tareas es mejor presencial. Pero lo esencial es hay que encajar toda esta nueva mundo digital del teletrabajo con una manera diferente de hacer las cosas. La digitalización conlleva a hacer las cosas diferentes y lo que se hacía de una manera es posible que ya no se tengan que hacer igual o por las mismas personas o grupos.

Ariel Alejandro W.

Fullstack, Backend .NET Core, .NET Framework, Entity Framework, NHibernate, LINQ

2 años

Si bien los seres humanos somos seres de encuentro, es cierto por otro lado que está socialización laboral, para algunas personas, puede resultar no necesaria e indispensable. Creo que esto es a título personal y cambia según la personalidad de cada individuo. No creo firmemente en patrones o conductas sociales por excelencia que indiquen los beneficios de facto de los mismos. Insisto. Todo esto es muy relativo.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas