Problemas de empresas chicas y grandes, una perspectiva humilde

Problemas de empresas chicas y grandes, una perspectiva humilde

A menudo, mientras tomo una tasa de café con un nuevo emprendedor me hacen la misma pregunta y es: ¿Vendo mucho pero siento que no avanzo? A lo cual lo miro, sonrío un poco y contesto: Hay muchos autores que mencionan que el tamaño de la empresa lo define el número de trabajadores, otros más, dependiendo de cuanto hayan facturado anualmente, pero en mi humilde opinión me quedo con la idea que una empresa es tan grande como sus procesos internos los delimiten.

Sobre todo, en áreas como la administración, finanzas y contabilidad. En administración no puedo decir mucho, pero en temas de finanzas y contabilidad es donde puedo compartir un poco de mi… llamémosle “sabiduría infantil” ya que cuento con casi diez años trabajando en todo tipo de empresas.

Otra de las preguntas que escucho en esas conversaciones es: si las empresas grandes suelen tener puntos débiles. Como todas las empresas ellas no son la excepción, ya que generalmente cuentan con un departamento de todos los giros. Incluso su departamento de auditoria cuenta con un auditor y ahí es donde está la clave de si algo funciona o no. Esto en el mundo de la escritura se le denomina como “el mal del escritor”, puedes ser el mejor escritor del mundo, pero es seguro que no verás errores muy evidentes en tus trabajos, no porque no sepas sino porque simplemente no los puedes ver. Aquí es donde entramos personas como nosotros, como yo o como tú que estás leyendo este pequeño artículo. Cada uno es experto en lo que hace y precisamente me dedico al asesoramiento de particulares y empresas. Si lo tuyo no es la mercadotécnica, consigue aun mercadólogo, si lo tuyo no son las finanzas llama a un financiero, si lo tuyo no es la contabilidad contacta con un contador y si ya lo tienes contacta eventualmente a alguien que realice una auditoría, ya que esto no será un gasto sino una inversión. Muchas empresas grandes fallan con errores muy sencillos solo porque no tienen una visión de trecientos sesenta grados. Confían en lo que están haciendo sus subordinados y dejan visible esos puntos débiles a los cuales otras empresas, igual o incluso más grandes aprovechan y es allí donde les causan dolor. Tal es el caso como lo que hizo una importante refresquera con un negocio local hace muchos años en la ciudad de donde soy originario según una leyenda urbana y fue que, cuando se dieron cuenta que usaban botellas de vidrio como único embace, la competencia desleal hizo que sus mismos empleados compraran refrescos y después rompieran los embaces. Eventualmente cerró la pequeña refresquera sus puertas.

En conclusión, no importa si eres grande o chico, si eres particular, dueño de una empresa. Dedícate a hacer lo que eres bueno y deja que los especialistas hagan su trabajo antes que tengas que nadar rio arriba después.

Les mando un cordial saludo su amigo Licenciado Marco José Torres Gallegos. 


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas