Problemas de red son riesgos de ciberseguridad para operaciones industriales

Problemas de red son riesgos de ciberseguridad para operaciones industriales

Por Claudio Martinelli , director general para Américas en Kaspersky

En un mundo cada vez más interconectado, las empresas industriales de Latinoamérica se enfrentan a nuevos desafíos operando con fábricas, sucursales y otras instalaciones desde diferentes regiones. En un entorno empresarial donde la subcontratación de procesos especializados y el uso de tecnologías de la información son cada vez más comunes, la necesidad de construir y mantener una infraestructura de TI uniforme en todas esas diversas ubicaciones se vuelve crítica. Sin embargo, se presenta un reto complejo en términos de ciberseguridad: la conectividad, esencial para la actividad industrial moderna, también se convierte en la principal vulnerabilidad de las empresas con operaciones geográficamente distribuidas.

El impacto de los fallos de red puede ser devastador para las organizaciones industriales, ocasionando retrasos, una disminución de los niveles de producción, pérdidas económicas, hasta daños irreparables en su reputación. Un estudio de Kaspersky revela datos alarmantes: 30% de las empresas industriales encuentra problemas en la red regularmente, mientras que un 45% de ellas los experimenta varias veces al mes. Hablamos de fallas o interrupciones que generan bajo rendimiento de los servicios y aplicaciones, así como una capacidad inadecuada para la conexión. En cuanto al tiempo necesario para restaurar la red tras una avería o una interrupción del servicio, la mayoría de las organizaciones (74%) normalmente necesitan entre 1 y 5 horas, mientras que el 15% de ellas no dedica más de 1 hora y el 10% necesita hasta un día laboral completo.

Cuando la red falla, los procesos de negocio se interrumpen, los empleados pierden acceso a la información crucial y, en consecuencia, la productividad disminuye drásticamente. En un mercado global altamente competitivo, la confianza de los clientes es uno de los activos más importantes, lo que hace que la continuidad de las operaciones y la protección de la infraestructura tecnológica sean requisitos fundamentales. Contar con una infraestructura de TI segura y actualizada es, por lo tanto, una prioridad indiscutible.

A pesar de la urgencia de abordar estos problemas, muchas organizaciones aún se limitan a cumplir con las regulaciones mínimas o a proteger únicamente los datos más visibles, como los financieros, dejando desatendidas otras amenazas igualmente críticas. Este enfoque limitado crea una falsa sensación de seguridad, lo que deja a las empresas vulnerables a riesgos cibernéticos mucho más graves. Para lograr una protección efectiva, las organizaciones industriales deben adoptar estrategias específicas en áreas clave como la prevención de amenazas, la comunicación intersitios y el soporte para equipos interconectados.

Las empresas necesitan soluciones de monitoreo y prevención de amenazas que proporcionen visibilidad total de la red, permitiendo detectar y resolver incidentes en tiempo real. Confiar únicamente en los equipos de la sede central para gestionar la seguridad de la red puede ralentizar la respuesta ante incidentes en ubicaciones remotas, lo que incrementa el riesgo de que las amenazas escalen. Contar con personal capacitado en cada sitio, junto con herramientas avanzadas de monitoreo, permite reducir la dependencia de la sede central, agilizando la respuesta ante amenazas y mejorando la protección a nivel local. Las herramientas de monitoreo integral también permiten identificar patrones y actividades de red sospechosas, lo que ayuda a mitigar riesgos antes de que se conviertan en problemas serios.

Por otro lado, la comunicación constante y fluida entre las ubicaciones es crucial para implementar políticas de seguridad homogéneas en toda la organización. Una red corporativa confiable y centralizada facilita la supervisión y la implementación uniforme de estas políticas, permitiendo integrar nuevas sucursales de manera sencilla y sin interrupciones. La capacidad de los sitios remotos para comunicarse de manera eficiente con la sede central asegura que se puedan aplicar las mejores prácticas de ciberseguridad y que todas las ubicaciones operen bajo los mismos estándares de protección. En un entorno donde las amenazas evolucionan rápidamente, la rapidez en la respuesta y la coordinación entre equipos distribuidos son aspectos clave para proteger a una empresa de manera efectiva.

Además, el soporte para equipos interconectados es esencial. En un mundo empresarial interconectado, los equipos deben ser capaces de colaborar sin barreras geográficas. Esto implica contar con personal capacitado en ciberseguridad en cada ubicación, así como sistemas de supervisión y soporte en tiempo real. Esta coordinación entre equipos distribuidos asegura una respuesta eficiente ante incidentes críticos, reduciendo el impacto de los mismos y manteniendo la continuidad operativa.

El primer paso hacia el liderazgo en ciberseguridad es reconocer que esta debe abordarse de forma integral. Existen plataformas que ofrecen gestión centralizada de activos, monitoreo de riesgos, auditoría de seguridad y cumplimiento normativo, lo que proporciona a las redes industriales y los sistemas de automatización una protección confiable. Estas soluciones permiten a las empresas gestionar los riesgos de manera proactiva, garantizando que la infraestructura tecnológica esté protegida ante las amenazas más recientes.

Si las empresas requieren una solución independiente para gestionar su red corporativa, deben optar por herramientas que integren canales de comunicación y funciones de red de manera eficiente en todas las ubicaciones, mejorando el rendimiento de las aplicaciones y facilitando la construcción de redes confiables. Este tipo de soluciones permite escalar infraestructuras distribuidas sin comprometer la calidad del servicio de red, lo que resulta esencial para mantener la seguridad de las operaciones. Una capacidad clave es la transferencia del tráfico de la red industrial para establecer un sistema de monitoreo y protección centralizada, lo que proporciona un control más efectivo sobre las amenazas potenciales.

Latinoamérica tiene el potencial para destacarse en la construcción de infraestructuras de TI distribuidas y seguras, adaptadas a las exigencias de la economía digital global. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo se podrá garantizar la protección de los activos y procesos empresariales, reduciendo los riesgos asociados a las amenazas cibernéticas y ofreciendo servicios de alta calidad que sean confiables a nivel mundial. Con estos pasos, las empresas industriales en la región podrán no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno interconectado, minimizando la posibilidad de fallos en la red y estableciendo una infraestructura tecnológica segura y resiliente que impulse su competitividad en el mercado global.

Sobre el colaborador: Claudio Martinelli es el director General para Américas en Kaspersky. Cuenta con más de 30 años de experiencia liderando equipos de ventas y mercadeo para empresas multinacionales. Ha encabezado negocios en los sectores minoristas y corporativos y ha contribuido al desarrollo del mercado de TI de consumo en Brasil. Tiene una Licenciatura en Tecnología de la Información por la Universidad Mackenzie de São Paulo y Administración de Mercadeo por la Fundación Getulio Vargas


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