Proceso de asimilación de la IA; está en nuestras manos.

Proceso de asimilación de la IA; está en nuestras manos.

En los últimos años, la Inteligencia Artificial ha irrumpido en nuestras vidas y sociedad, fascinándonos con sus usos y promesas, pero también planteándonos numerosos interrogantes acerca de su poder real de transformación y de los beneficios y riesgos que lleva consigo su asimilación

Es difícil aventurar la transformación que supondrá la asimilación de la Inteligencia Artificial en estos años venideros, pero aún con todas las incertidumbres que trae consigo, su naturaleza revolucionaria nos brinda la certeza que efectivamente nos enfrentaremos a una gran variedad de retos, riesgos y oportunidades.

La Inteligencia Artificial no es muy nueva, pero el efecto público es bastante reciente. Estamos hablando masivamente de esto recién este año. Así que estudios sobre el comportamiento directo de las personas, modificaciones conductuales directas, hay poco. Sin embargo, sí se puede especular algo sobre eso. Hay una especie de incertidumbre y de sorpresa. Desde el punto de vista psicológico, nos preguntamos si es adecuado o no es adecuado esto respecto al mismo uso de la IA, como por ejemplo si estoy haciendo trampa o no estoy haciendo trampa al usarla, porque es una tecnología disruptiva que llegó de pronto y de manera tan potente que el proceso de asimilación es demasiado rápido para el usuario. Sin ir más lejos, los que entienden de Inteligencia Artificial se dividen en dos grupos: los que sienten miedo al reemplazo y los que comienzan a explorarla. Por lo tanto, la gente está en un proceso de asimilación y desequilibrio inicial, pero las relaciones tienden al equilibrio.

La IA está en un momento de crisis paradigmática respecto a lo ético. Es algo nuevo y no se entienden del todo sus implicancias. Por ejemplo, ¿quién es el autor cuando una IA crea contenido? Otro dilema: si una IA toma decisiones importantes como evaluar el desempeño de personas o determinar acciones estratégicas. Los dilemas éticos varían según las dimensiones y fases de uso de la IA, desde tareas simples hasta las más complejas.

Actualmente, la IA no tiene conciencia de sí misma ni puede ir más allá de su programación. Traspasar esa barrera es hipotético y un riesgo potencial. Sin embargo, es importante desmitificar la idea de que la IA puede trascender como en las películas catastrofistas. Es una herramienta que opera dentro de los márgenes que se le imponen.

El concepto de potenciales efectos implica que hablamos de hipotéticos, y que tanto nos referimos a positivos como negativos. En el caso de la integración de la IA ha resultado revelador entender que, en esta distinción entre aspectos positivos y aspectos negativos, se encuentra también la línea que separa los hechos mayormente aceptados de aquellos más discutidos.

Los beneficios concretos ha traído la IA en cuanto al uso personal o hasta doméstico, permite ahorrar tiempo y procesar información con rapidez, adaptándose a necesidades específicas como recetas de cocina o investigación académica. Aunque genera incertidumbre, su impacto sigue una tendencia de integración, como ocurrió con internet en el periodismo. No reemplaza a la inteligencia humana, sino que se posiciona como un complemento.

Chile tiene una tendencia adaptativa en la incorporación de tecnologías, pero carece de un marco estratégico claro para su implementación. Mientras otras sociedades analizan y generan tecnología, en Chile se prioriza la incorporación sin una estrategia de desarrollo fundamentada. Esto refleja la falta de pensamiento crítico analítico en la educación y en la planificación a largo plazo.

En general, nadie cuestiona los grandes beneficios que aportará la integración de la IA. A lo largo del trabajo hemos comentado muchos, sociales, políticos, económicos… Aún los artículos que se presentan más alarmantes respecto a la integración de la IA parten del reconocimiento de sus aspectos positivos.

En cambio, en relación con los aspectos negativos, sí existe una mayor polaridad de opiniones, dudas y discusiones. Por eso hablo de riesgos, palabra que mantiene la idea de posibilidad, de hipótesis, de que tanto puede producirse como no.

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