Process Thinking
Aquel que me conoce sabe que me la paso “pensando en procesos”, pero hasta hace poco encontré que existe una metodología llamada “process thinking” en la que se enfatiza en la preparación y no en el resultado. De acuerdo con este modelo, si cada paso de un proceso especifico es ejecutado con determinación y precisión, el resultado esperado será inevitable.
Los modelos mentales son utilizados para examinar los problemas, tomar decisiones y entender el mundo. Shane Parrish, quien es el autor de Clear Thinking, dice:
“…[Los modelos mentales] no sólo dan forma a lo que pensamos y a cómo comprendemos las cosas, sino que también identifican las conexiones y oportunidades que vemos. Los modelos mentales nos ayudan a simplificar la complejidad y a entender por qué consideramos algunas cosas mucho más relevantes que otras.”
Los modelos mentales nos ayudan a desenredar la bola de estambre de información que se encuentra enredada y la presenta como hilos que son manejables, de manera que podemos abordar problemas con mayor claridad, rigor y propósito.
Piensa como si tu cerebro fuera una caja de herramientas. Los modelos mentales son tus herramientas. Cuantas más herramientas tengas, más fácil será crear soluciones para filtrar, sintetizar y procesar la enorme cantidad de datos que tu cerebro recibe todos los días.
Uno de los primeros trabajos de Nick Saban como entrenador en jefe fue en la Universidad Estatal de Michigan, se hizo amigo de un excéntrico profesor de psiquiatría llamado Dr. Lionel Rosen.
Mientras Saban preparaba a su equipo para un partido fuera de casa contra los poderosos Ohio State Buckeyes, recurrió al Dr. Rosen para pedirle consejo sobre cómo mejorar la mentalidad de sus jugadores, quienes ante semejante reto se sentían inseguros. Rosen no sólo les hizo cambiar de opinión, sino que cambió la forma en que veían el fútbol (y la vida).
Al darse cuenta de que una jugada de fútbol promedio dura sólo siete segundos, Rosen pidió al equipo que pensara de manera diferente: concentrarse no en ganar el juego, sino en ganar sólo esos siete segundos. Ignorar el marcador, el reloj de juego, al equipo contrario. Siete segundos son lo único que importa. Si los Spartans pudieran superar a los Buckeyes durante siete segundos más veces que las que no, la improbable victoria estaría a su alcance.
Finalmente llegó el día del partido y las cosas empezaron mal para el equipo de Saban. Con una desventaja de 15 puntos cuando faltaban 10 minutos para el final del tercer cuarto, recordó a sus Spartans que confiaran en “El Proceso”. Y lo hicieron. Como recuerda el entonces mariscal de campo Bill Burke, a pesar del déficit, parecía que “teníamos una cantidad infinita de tiempo para regresar”. Sin dejarse intimidar por sus circunstancias, y con total fe en “El Proceso”, Burke y su equipo lograron regresar al juego y finalmente ganaron de manera dramática.
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Pero este concepto no sólo se aplica al futbol americano. Si bien la filosofía poco convencional de Saban y Rosen se extendió por el mundo del deporte, también se puede aplicar en las circunstancias de la gente común como nosotros.
Ryan Holiday, explora el pensamiento por procesos en su libro The Obstacle Is The Way:
“Ya sea que se trate de alcanzar la cima del éxito o simplemente de sobrevivir a una prueba terrible o difícil, el mismo enfoque funciona. No pienses en el final, piensa en sobrevivir. Haciéndolo de comida en comida. Romper para romper. Punto de control en punto de control. De sueldo a sueldo. Un día a la vez. Cuando realmente lo haces bien, incluso las cosas más difíciles se vuelven manejables. Porque el proceso es relajante. Bajo su influencia, no debemos entrar en pánico. Incluso las tareas gigantescas se convierten en sólo una serie de componentes”.
La idea es relativamente sencilla, en el momento en el que es necesario enfrentar un desafío, o cuando necesitamos de un gran esfuerzo para alcanzar un a meta que parece demasiado alta y que la magnitud del esfuerzo puede ser tan abrumadora que será muy facil tirar la toalla antes de empezar, es en esas circunstancias en las que debemos dividir ese esfuerzo en las partes que podemos controlar ahora y de repente, la tarea se vuelve menos intimidante. Ahí radica el valor fundamental del modelo mental de pensamiento procesual.
Es concentrarnos en el ahora que es mucho mas accesible y que tienes ante ti. De esta manera podrás encontrar la tranquilidad en controlar aquello que es previsible y que podemos repetir en cada paso. Si ejecutamos cada uno de ellos con disciplina y precisión, llegará un momento en el que estaremos cada vez más cerca del premio final.
El Coach Saban, tiene un acrónimo sobre la palabra WIN: What´s Important Now?, de manera que hace énfasis no en el logro futuro sino en el momento en el que te encuentras ahora. Encuentra valor en donde estas ahora y aísla toda preocupación de lo que pasará mañana.
Dentro del modelo de pensamiento por procesos, no hay hitos (milestones). El final de un viaje es simplemente el primer paso del siguiente. De igual manera, no se permite el insistir en los fracasos pasados y también prohíbe descansar cómodamente en los éxitos anteriores.
El nombre del juego es “process thinking”
Actualización: En agosto de 2024, escribí un articulo llamado “Construyendo un equipo”, si no lo has leído, te lo recomiendo. En él, utilizaba el ejemplo de Deion Sanders y el cambio de cultura que está implementando en los Búfalos de la Universidad de Colorado. En esa fecha, los expertos y los analistas le daban 5 ½ victorias para esta temporada. La semana pasada terminó su temporada con un récord de 9-3 y terminaron como cuarto lugar en el B12. Pasaron de 1-11 en 2022 (Sin Sanders) a 4-8 en 2023 y ahora 9-3 en 2024. Eso es process thinking.
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