procrastinación, confianza, cultura organizacional y un par mas de ideas
Tengo un día difícil, vengo de dos partidos de futbol en días consecutivos, me duele el cuello por dormir mal y un poco el tobillo de algún mal llamado "rustico" (yo les digo burros).
Como representante de la seguridad e higiene, este tipo de días son en los que debo refugiarme confiado en la cultura de seguridad de la empresa. Hay muchas cosas para mejorar y hacer distinto. Hoy la procrastinación y las bajas energías me ponen a escribir este artículo. Es difícil. Si fuera fácil se llamaría futbol.
¿Cómo poner en marcha una cultura organizacional que me permita refugiarme tranquilo en días así? Como todo en la vida, es cuestión de tiempo. Las culturas de seguridad e higiene fuertes, de las que escuchamos hablar y resonar en foros especializados, aquellas que definieron sistemas de gestión estándar en el mundo, esas que nosotros higienistas estudiamos en la universidad, etc., son a menudo las mas antiguas, llevadas adelante por las empresas mas longevas en actividad. Aquellas por las que han pasado muchos profesionales que día a día refieren mejoras para su organización.
Ahhh el tiempo moneda preciosa e invaluable que reina el universo. Solo pensar que el tiempo como cosa es la constante expansión del universo. Y cada vez mas rápido! lo que solo puede significar que el tiempo pasa mas despacio, lo que contra intuitivamente nos da cada vez mas tiempo!
El manejo de los tiempos a la hora de la gestión es clave. Poder dedicarle tiempo todos los días a fomentar la cultura, a hablar con los trabajadores expuestos a mayores riesgos, a compartir experiencias, a tratar de poner en funcionamiento la maquina dentro de la cabeza para entender mas a fondo el contexto en el que trabajamos, solo puede ser beneficioso.
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Definido el que y el como, nos enfrentamos a una realidad que atravesamos hoy en día (por lo menos en ARG), nos enfrentamos al primer cuco: ALTO RECAMBIO DE PERSONAL. Aquí es donde se deben tomar algunas precauciones. La rotación de personal, ya sea por el tipo de trabajo o por los bajos salarios, atenta directamente contra una cultura organizacional débil.
En este caso habrá que duplicar esfuerzos, para que los viejos lobos adquieran la cultura que no tienen y para que los sangre joven se adecuen de la manera mas rápida posible a esta cultura. Si el recambio es agresivo, también tendrá que serlo el método para establecer la cultura.
De nuevo el concepto del tiempo juega un rol clave. Hagamos una comparación con la cultura del mate. Milenaria, de generación en generación. No entendemos muy bien por que tomamos mate, no entendemos muy bien el por qué de las cosas que hacemos cuando tomamos mate. Por ejemplo: en mi casa el primer mate es escupe, al ultimo se le da un beso y el agua se mide rigurosamente con un termómetro para que llegue a 81 grados. Lo hacían mis abuelos, lo hacen mis padres, lo hace mi hermana, lo harán mis nietos. Es tradición. Es cultura.
Establecer una cultura en donde las cosas se hagan porque si, aunque no necesariamente entendiendo el todo, pero si valorando el resultado final (un rico mate - 0 accidentes) puede ser un buen comienzo. Los fundamentos teóricos mas específicos que nos enloquecen a nosotros los higienistas, los dejamos para mas adelante.