A propósito del día internacional de la madre Tierra

El día Internacional de la Madre Tierra (Earth Day) que se celebra el próximo 22 de abril de 2023 (sábado) en numerosos países, pretende concienciar la población mundial sobre la necesidad de proteger al medio ambiente y la conservación de la biodiversidad. Tiene igualmente como objetivos fundamentales, frenar los impactos negativos de la superpoblación; de la contaminación y promover el uso responsable de los recursos naturales.

Para conmemorarlo se realizarán actividades de concienciación como conferencias, plantación de árboles, caminatas y otras conectadas con el medio ambiente. 

Sin embargo, el día del planeta seguirá siendo solamente una efeméride (nascida en 1970 de la mano del senador estadounidense Gaylord Nelson), si no promovemos un cambio profundo de mentalidades que permita mover la sociedad en la dirección correcta, evitando el desastre ambiental a la escala global.

No tenemos que esperar al “22 de abril” para hacer cosas en favor de nuestro planeta. El cambio de hábitos y la elección de soluciones sostenibles es responsabilidad de cada ciudadano y/o empresa, pues somos los que accionamos a diario el conjunto de palancas económicas, sociales y ambientales, de cada Local, Ciudad, Región o País.

Simples acciones como:

·        No consumir en exceso.

·        No mal gastar energía.

·        No generar residuos innecesarios,

deberían ser los motores de regeneración del sistema planetario.

¿Estamos comprometidos con ellas?

Por mucho que la tecnología nos permita contornar los problemas causados a la Naturaleza, no somos nosotros quien manda sino la Tierra.

Durante los últimos siglos, se ha enraizado la idea de que el hombre es el dueño del Planeta y que los recursos disponibles y su capacidad de regeneración eran inagotables. Mientras tanto, los científicos vienen avisando a varias décadas que esos conceptos son erróneos; que el Planeta está cambiando a ritmos nunca antes experimentados debido a la influencia antropogénica, con consecuencias muy nefastas para el clima y la biodiversidad.

Desde el Protocolo de Kioto y más recientemente en el cuadro de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU (2015) y del Pacto Verde Europeo (UE, 2019), se están estableciendo y poniendo en marcha políticas, compromisos y directrices para redireccionar la acción del hombre hacía la sostenibilidad. No obstante, su efecto real está aún lejos de permitir frenar el calentamiento global y sus consecuencias.

Todos los días somos bombardeados con noticias sobre:

·        inundaciones inesperadas;

·        tormentas y tornados;

·        deshielo de glaciares, permafrost y capas polares;

·        sequías nunca antes vistas;

·        olas de calor fuera de época;

·        devastación de las reservas forestales;

·        incendios de grandes dimensiones;

·        explotación desenfrenada de recursos minerales;

·        crisis sanitarias;

·        hambrunas;

·        migraciones por motivos políticos, económicos, sociales y huida de las guerras;

·        Extinciones de fauna y flora.

¡No nos bastan las palabras, si no se masifican las acciones para combatir el cambio climático, salvar las especies y la humanidad!

El Lema oficial para el día de la Tierra de 2023 es:

«Invierte en nuestro planeta» (Invest in our Planet).

La solución está en nuestras manos, hay que darlo todo sin excusas.